Opinión y Pensamiento

Chile despertó, España remolonea: De la Transición a la Constitución

Chile despertó, España remolonea: De la Transición a la Constitución
Calcos. Collage de Sofía Crottogini

Chile despertó, España remolonea: De la Transición a la Constitución

Para los que dicen que ya todo
está escrito, no se preocupen que
sobre lo que hay que escribir aún no se escribió nada.

-Parafraseo de E. Dussel-

La transición a la democracia chilena española aceptó conscientemente la Constitución elaborada por la dictadura de Pinochet Franco en 1980 1978.

Cuatro años después de promulgada la Carta Magna en un seminario con algunos políticos de la oposición, el presidente dio la siguiente declaración ante el asombro de la concurrencia: «Lo primero es dejar de lado la famosa disputa sobre la legitimidad del régimen y su Constitución”. El pragmatismo político fue recibido con sorpresa hasta terminar siendo aceptado. No sólo se aprobaba la nueva Carta Magna sino que se ratificaba al general Pinochet Franco en el poder y su plan de gobierno ya que al reconocer esa Constitución se reconoce también el plebiscito establecido.

Obviamente la idea era eternizar a Pinochet Franco. Aunque la Constitución de 1980 1977 ha sufrido una serie de reformas, fue redactada a cuatro paredes por una comisión de carácter conservadora y liberal (en lo económico). Se garantizaba un “equilibro” y estimula la negociación bipartidista entre los partidos clásicos de derecha y centro izquierda en desmedro de opciones nuevas o emergentes. El fantasma de Pinochet Franco y la dictadura siguen presentes hasta el día de hoy en la vida chilena española a través de aspectos que “hackean” el sistema democrático en temas claves como Fuerzas Armadas, Policía, Concesiones mineras y Agrícolas, Banco Central Banca Privada o educación.

Este artículo sabe a Chile, pero es también la realidad de España. Es explícito el paralelismo entre ambos países. España es lo más estadounidense de Europa y Chile era lo más estadounidense de América Latina. Revisando la historia, vemos que no es esto no es casualidad.

Tuvieron un movimiento de justicia social y fueron reconocidos por la gran participación política y su riqueza cultural y pedagógica, a lo que sobrevino un Golpe de Estado de un ejército sublevado con apoyo extranjero, después la dictadura y, por último, la Transición y la Constitución. Ambos tienen la misma línea y los mismos nombres, excepto en el caso de España donde al Golpe de Estado se le sigue llamando Guerra Civil. Es disimuladamente aceptado como una verdad amarga que España fue usada como un laboratorio político durante y tras la Segunda Guerra Mundial. Se nota que los Chicago Boys aprendieron de experiencias previas.

La Constitución fue fruto de unos partidos que amparados en el poder preexistente junto con el aparato burocrático-militar maniobraron cuidadosamente el cambio político. Después de todos los asesinatos posibles habidos y por haber por parte del Terrorismo de Estado durante una dictadura, la Constitución era un «todo o nada´´. La cuestión era aceptar todo el bloque en su conjunto o no tener más derechos, el lema era «Constitución o Dictadura´´. Así, la Constitución se llevaría a referéndum después de haber sido arreglado en cenas privadas entre señores afines más que en debates abiertos.

Decía la circular del Director General de Política Interior que estaban prohibidas las manifestaciones y que todo debía hacerse según el clima apropiado de sosiego y normalidad, es decir, jugaban a la inercia que planchaba todo papel del pueblo. Los Estados Unidos ya habían dicho el Sí mucho antes de que se hubieran hecho públicas las papeletas. Las mal llamadas Transiciones eran, como defienden autores y autoras, una Transacción, la apertura y complicidad de las dictaduras a los nuevos órdenes del mercado. Fue una trampa para ratones en la que cayeron el pueblo chileno y el español.

Primero fue la muerte, después el hambre, en el ocaso llegaron las bases militares estadounidenses, después las suecas, el sol, la playa, los burdeles, Hollywood, Esteso y entonces, y solo entonces, la Constitución.

La Transacción fue protagonizada por Adolfo Suarez a partir de un centro democrático en coalición con partidos de derecha, viejos melancólicos (quizás también asustados) cuya avaricia era más honda que sus principios, que precisaban adaptarse y beneficiarse del nuevo rumbo que tomaba Europa y EE.UU. Ante el encubrimiento del aquí no pasó nada o del  fue un proceso ejemplar, es de responsabilidad histórica con nuestro país hacer una revisión.

Nuestro proceso no fue realizado por un pueblo que exigía el derecho a su dignidad y a su crecimiento, era parte de ese juego perverso y desigual del que no se puede bajar que llamamos geopolítica.

La dictadura en Chile duró desde 1974 a 1990, lo que fueron 17 años. La dictadura franquista en España duró 40. Las heridas no son menos profundas, pero en España se hizo un largo y paciente proceso hasta llegar a lo que somos hoy. Ambas constituciones nacieron de la violencia y del miedo en un clima de terror. La participación ciudadana y su politización en el proceso de la Transacción fueron nulas.

Si hubiera contribuido el pueblo en su desarrollo, podríamos hablar de Transición, pero no sabía muy bien lo que votaba, ni tenía otra opción, llevado más bien por la desesperación que por la esperanza. Tampoco tenía voz en la formación de la Constitución ni en el rumbo del país cuyas riendas las llevaba el Tío Sam hasta Irak. La Transacción constitucional fue la estrategia cínica y perfecta del franquismo para legitimarse.

Todo estaba amañado para perpetuarse en un nuevo marco político con el innegable apoyo de la mayoría de los partidos políticos y de la ciudadanía, con un resultado del 91% tanto en Chile como en España. No se puede negar los resultados ni la sinceridad del dictador cuando llega a nuestros días su eco chillón de «lo dejo atado y bien atado´´.

Nada limitaba el poder de Francisco Franco, incluso Pinochet tenía que responder ante una Junta Militar. Las cortes que creó eran un instrumento de colaboración más que una regulación. Los únicos que tenían más poder que Franco en España eran los embajadores que tácitamente permitían la continuidad de su régimen feudal, en tal excelso continente en lo que refiere a derechos humanos, como es el europeo.

El franquismo era una estructura de poder piramidal basada en la alianza entre la antigua nobleza española, el ala Opusina de la Iglesia Católica, los grandes empresarios y los militares. La estructura legal estaba organizada, como Israel actualmente, por las Leyes Fundamentales. Estas leyes en última instancia, daban todo el poder a la cúpula, con esos alardes retóricos típicos de estos regímenes que hablan de dignidad, de justicia y de principios del movimiento como si hubiera otros principios que el Puro, el Whisky y las Putas (Y perdón por mis palabras subidas de tono, pero esto es así y sigue siendo así, y lo sabe toico er mundo). Mucho hilo de oro pero poca lana.

La Octava Ley fue la llamada Ley para la Reforma Política, aprobada en 1976. Se habla de esta como el hara-kiri del régimen, ya que fue el principal instrumento político para la Transacción. Esto no tiene ningún sentío, ya que fue dêmmantelâh er puestecillo pa reformarlo y montarlo en otra parte con loh mîmmô dependientê.

Nuestra Constitución tiene los mismos oropeles que las Leyes Fundamentales del Reino pero con pequeñas trampitas que permiten consolidar y excusarse al régimen como fue la Ley de Amnistía que eximía de responder ante la ley a los criminales del franquismo. Esta junto con muchas otras discretas, y otras no tan discretas, canalladas abundan en nuestro sistema constitucional en aspectos como  los quórum del congreso, el estatus de los sindicatos, la cuestión de la vivienda, la relación entre derechos fundamentales y no fundamentales, los principios constitucionales… y el Tribunal Constitucional, intérprete supremo de la Constitución cuyos miembros son elegidos por… el Rey (Alguna función tenía que tener, en este caso, la de nombrar a los más altos responsables sobre la Constitución).  

Lo que permite unos bloqueos institucionales que blindan los intereses de la antigua nobleza, las grandes empresas (ya no solo españolas, también extranjeras como Netflix o Uber) y los militares de chalequito, que ya no uniforme.

Chile despertó, España remolonea: De la Transición a la Constitución
Somos plurinacional. Collage de Sofía Crottogini

Por esto, es tan importante leerse la Constitución, incentivar a la ciudadanía a que lo haga y que el conocimiento de los derechos y su politización se enseñen en las escuelas, no como un epígrafe suelto sino como un elemento troncal y necesario para la vida, la educación y la responsabilidad ante la sociedad.

También saber no solamente los artículos sino cómo funcionan y cómo se llevan a la práctica, que es lo más importante y donde están escondidos los Ases debajo de la mesa o en el resguardillo de la manga. Y sobre todo, exigir la creación de plataformas de intervención ciudadana en la política que actualmente y desde el 39, brillan por su ausencia.  

Porque el rumbo del país lo tenemos que marcar todos y todas, no una minoría elitista al servicio de capitales guiris que devoran la riqueza de nuestro tierra mientras que nuestros comerciantes y la gente humilde y trabajadora cierran negocios y se debaten entre el paro o el sueldo de 5 euros la hora, 12 horas en negro en B, de las que cobran 8.

Así también estaba Chile, con su modelo que tapandillo lo militar mantiene la avaricia económica en detrimento de la ciudadanía. Chile está haciendo su proceso y nos toca hacer lo mismo. No puede haber una Constitución justa que haya nacido de un trauma como es un Golpe de Estado.

Es responsabilidad de la ciudadanía que habiendo tenido conciencia de sí misma haga una nueva Constitución que nazca de la concordia y no de la violencia. Aquí estamos haciendo política comparada, demostrando alternativas con ejemplos que se dan el mundo. Pronto llegará el día que este crecimiento se lleve a cabo. Nuestra Constitución y el orden de nuestro país necesita como mínimo una reforma agraria, una reforma laboral y una ley de verdad contra la violencia machista, porque la que hay ahora… es para leérsela. Y esto solamente para empezar.

“Sigan ustedes sabiendo que, mucho más temprano que tarde, de nuevo abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre libre para construir una sociedad mejor”. Salvador Allende

Chile tendrá la primera Constitución con paridad entre Varones y Mujeres del mundo. La democracia está a un paso de volver a Chile. Pero el proceso se dio desde las calles, las reclamaciones, la politización y la construcción de la organización popular para exigir dignidad, justicia y sanación.

Nuestra Constitución debe nacer de un respaldo ciudadano y volver a despertar el entusiasmo por la política y la organización popular, para construir demandas legítimas que nunca la individualidad, ni únicamente los estallidos de rabia, pueden conseguir. Para que España deje de arrastrar sus traumas, necesita este trabajo y compromiso de todo el pueblo español, y de cada una de sus Autonomías, en un dialogo de verdad y sin centralización. Así, tenemos que ir pasito a pasito y hacer una demostración de consolidación y unión popular como ha demostrado Bolivia para superar su Golpe de Estado.

Este acontecimiento es otro hermanamiento que tenemos con Chile y que nos insta a renovar la alianza como se hizo durante el Manifiesto Canción del Sur con Carlos Cano y su relación con Violeta Parra o Víctor Jara. Chile Despertó haciendo sonar una sirena que llama a España a salir de su desencanto y a tomar con coraje el rumbo de su destino como hacen los pueblos que se pueden llamar libres. Tenemos que estar a la altura de la historia sin más postergaciones.


Reconstrucción sobre el artículo de Juan Carlos Ramírez Figueroa: Plebiscito en Chile: Una Constitución viciada, autoritaria y tramposa
«Constitución o dictadura», base de la campaña por el voto afirmativo (EL PAÍS, 1978)
Discurso de Navidad de 1969
Más de 140.000 euros en ‘puticlubs’: el PP, líder en gasto en prostitución
Ley 46/1977, de 15 de octubre, de Amnistía.

Fernando Grieta
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