Raúl Quinto: «La vida de un hombre siempre es un misterio irresoluble»
No ha pasado mucho tiempo desde que Raúl Quinto publicara ‘Sola’ (La Bella Varsovia, 2020). Pero Raúl no deja de sorprendernos (para bien) y ahora de la mano de la editorial Jekyll and Jill ve la luz ‘La canción de NOF4’, un híbrido entre la biografía, el ensayo y el poema en prosa, mediante el cual se sumerge en la vida y en los escritos de Fernando Oreste Nannnetti (1927-1994) quien pasó la mitad de su vida recluido en el pabellón penitenciario del manicomio de Volterra. Tras la enorme repercusión que está teniendo su libro en nuestro país, le hemos pedido a su autor que nos cuente de primera mano todo sobre este libro único.
Javier Gilabert: ¿Por qué este libro y por qué ahora?
Raúl Quinto: Este libro surge de la necesidad de dar a conocer la historia de Fernando Nannetti, de compartir el entusiasmo y el desconcierto que me sigue produciendo ese muro manuscrito del manicomio de Volterra con todas las preguntas que nos lanza sobre el sentido de la escritura y la creación artística, aquello que se ha denominado locura, qué es ser normal y por qué, muchas preguntas acerca de lo que somos, y, claro, también el misterio de eso mismo que somos, del mundo que conformamos cada uno de nosotros, en un ejemplo radical y subyugante como es el de Nannetti. Y surge ahora por cierto retraso provocado por la pandemia, pero creo que se adentra en terrenos que no prescriben.
¿Cómo y cuándo surge la idea del libro?
Todo comienza en verano de 2012 durante una visita a la galería Halle Saint Pierre de París, un lugar que me encantaba frecuentar especializado en art brut, un tipo de arte desarrollado por enfermos mentales, niños, personas aparentemente despojadas de cualquier tipo de formación artística reglada, fuera de la academia, la tradición y el mercado, algo como radicalmente puro, en bruto, que siempre me ha fascinado. Esa vez en la galería había una exposición llamada Banditi dell’arte dedicada a artistas marginales italianos y es ahí donde una fotografía enorme, en blanco y negro, de un muro escrito con palabras grabadas me llama poderosamente la atención, estéticamente hay algo que me atrapa, algo relacionado con lo sublime, en términos románticos. Al acercarme leo la historia detrás de la foto: Fernando Nannetti estuvo media vida encerrado en un manicomio penitenciario, en Volterra, y escribió durante años un libro en el muro del patio con la hebilla de su chaleco del uniforme de presidario. Esa imagen de un hombre durante años escribiendo penosamente en el muro del lugar en el que lo han encerrado, esa soledad inmensa y todo lo que resonaba a través de ella, me hizo crac en el cerebro. Supe que tenía que escribir algo sobre eso y comenzó una obsesión que me llevó durante años a documentarme, investigar e incluso hacer trabajo de campo en las ruinas del viejo manicomio o entrevistando a gente que había conocido a Nannetti en vida. Conforme más iba sabiendo más me iba fascinando la historia y el libro de piedra en sí, que es un texto extraño, poderoso, con trazas de poesía irredenta, que nos coloca enfrente un espejo terrible pero necesario.
¿Qué pistas o claves te gustaría dar a l@s posibles lector@s?
Que vayan al libro con los ojos abiertos y que no busquen respuestas, en el libro se cruzan diferentes géneros y se tocan multitud de temas, que crucen por las puertas que propongo o se queden mirando desde fuera, lo que decidan, pero que entiendan que tras esa historia y todo el cascarón literario hay una persona cuya vida es un misterio, que nos legó ese muro. Que procuren mirar a los ojos de Nannetti, que intenten respirar su muro, sin prejuicios, que disfruten de la confusión y del asombro, del terror y de la fantasía.
¿Cómo fue el proceso de documentación?
Largo. He manejado bastante bibliografía durante años. Libros sobre art brut (desde aquí recomiendo a quien esté interesado en profundizar en el tema que vaya a Arte ousider, de Graciela García, publicado en 2015 por Sans Soleil, porque es lo más completo que se ha editado en España al respecto), historia de la locura y de sus “tratamientos”, historia de la escritura, el contexto italiano de la época y mucha información, sobre Nannetti, desde documentales y películas de vanguardia muy recomendables como El observatorio nuclear del señor Nanof, de Paolo Rosa, testimonios y fuentes casi en la deep web, etc. Pero hay dos elementos que me resultaron clave. Uno es un maravilloso catálogo que editaron en la Colección de Art Brut de Lausana tras una exposición monográfica sobre Nannetti en 2010, coordinado por Luciene Peiry, donde aparte de estudios muy interesantes hay un desplegable con todas las fotografías del muro tal y como estaba en 1979, el año que cerraron el manicomio, es una cosa espectacular, obra de Pier Nello Manoni, de la que reproducimos algunos fragmentos en nuestro libro. Además, en ese volumen también podemos disfrutar de la transcripción completa que hizo Aldo Trafeli, el celador que protegió la obra y cuidó a Nannetti incluso cuando recobró su libertad, del texto sobre la piedra. Si alguien se enamora del personaje tras leer mi libro debería hacerse con ese volumen suizo. Para mí fue crucial. Pero me faltaba una pieza para ponerme a escribir más allá de todas las notas que ya atesoraba, necesitaba ir a Volterra y enfrentarme cara a cara con el muro. Y así lo hice en 2018, un viaje solitario que resultó una experiencia definitiva para poder cerrar los flecos documentales que me faltaban y para encontrar el tono, el color y el aroma que necesitaba el libro. Allí me colé furtivamente en las ruinas del manicomio mañana y tarde, tuve algún percance que describo en el libro, lo olí, lo toqué, escuché el silencio y vi la invasión constante de las mariposas blancas, el abandono, la arena cayendo de la pared. Sin esas horas allí La canción de NOF4 no sería como es. Asimismo, pude pasar un día entero con Andrea Trafeli, el hijo de Aldo, que me hizo de guía y que enseñó lugares vetados a los visitantes casuales, fue muy amable y paciente con los millones de preguntas que le lancé. Me sirvió para acercarme más al misterio de Nannetti, no para resolverlo, porque la vida de un hombre siempre es un misterio irresoluble y más cuando ese hombre vive en un universo paralelo cuyas reglas desconocemos.
¿Qué efecto esperas que tenga el libro en ell@s?
Espero que el libro suceda, que se convierta en acontecimiento, en vivencia, en temblor. Que respiren el mismo aire estupefacto que respiré yo frente al muro. Ojalá.
¿En qué medida veremos en él —o no— al Raúl Quinto de tus anteriores obras?
Hay conexión con mis obsesiones de siempre, sobre todo con mis anteriores libros en prosa. Nannetti podría haber sido perfectamente uno de los extraños personajes de Yosotros y retoma ideas de ese libro en torno a quiénes somos y quién decide cómo hay que ser para ser normal, para más inri en Yosotros hay un par de capítulos dedicados a artistas marginales como él, en este caso Adolf Wöfli y Henry Darger. Creo que a quienes interesara Yosotros les puede gustar este y viceversa. También está esa investigación en torno a la escritura y la palabra que podría conectar con el tropo del lenguaje en Hijo, o la búsqueda de hipótesis excéntricas sobre obras culturales aparentemente cerradas que desarrollé en Idioteca, que aquí exploto en torno a ese misterio inasible de NOF4 y su libro de piedra. Y como en esos libros encontramos una voluntad genérica mestiza, impura por definición, con trazas de ensayo, investigación histórica, poema en prosa, biografía, crítica de arte. La pureza es tóxica, al menos para mí.
¿Supone este libro un punto de inflexión en tu producción? ¿Y a partir de ahora, qué?
No concibo la escritura ni la publicación de un libro si no supone un punto de inflexión y un salto al vacío. Si todo va a seguir igual para qué escribir. De hecho, esa es una de las grandes preguntas con las que comienza La canción de NOF4 “Escribir para qué. Escribir desde dónde.” No hay respuesta, pero sí tengo claro, que la escritura ha de ser, en mi caso al menos, un ejercicio de riesgo, una expresión del conflicto dentro de las palabras, una herramienta para mover el suelo.
A partir de ahora disfrutar del viaje de este libro, que de momento está gustando y funcionando muy bien, máxime teniendo en cuenta la especie rara a la que pertenece. Y mucho más adelante ya verá la luz otro libro en prosa que se parece en algo a los anteriores, pero a su vez es radicalmente distinto, tal vez lo más cerca que haya estado de una novela, pero para eso queda mucho y habrá tiempo de entrar en detalle.
Te pongo en un aprieto: si tuvieras que quedarte solo con tres pasajes de ‘La canción de NOF4’, ¿cuáles serían?
Es difícil, pero me quedaría con el capítulo dos y la reflexión-aproximación que hay sobre el hecho material de la escritura, de dónde viene y por qué escribimos. Los fragmentos donde aparece la relación entre Nannetti y Aldo Trafeli, por lo que tiene de humano. Y por supuesto los extractos que rescato de la escritura del propio Fernando Nannetti, porque algunos son pura magia.
Por último, como lector, ¿a quién te gustaría que invitásemos a pasar por ‘la Prensa’ próximamente?
Hay gente que tiene muchas cosas que decir con libros recientes o inminentes, pienso en Begoña Callejón, que pronto publicará un libro de poemas extraordinario, Miguel Ángel Muñoz, que acaba de publicar Aposento en La Navaja Suiza, Eduardo Boix con La estirpe, Julio Mas, Lola Nieto o María Ángeles Pérez López.
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