Poética de Pilar Quirosa-Cheyrouze, entre sus imágenes y el cómic
La poesía y el cómic. Cuál es el camino que recorren para explicar la presencia de Pilar Quirosa-Cheyrouze (Tetuán, Marruecos, 1956, Almería 2019). Su ausencia es aparente. Su presencia es real y reaparece también en los momentos de las Jornadas del Cómic con su poética. Es importante preguntarse cuál es el camino que recorre, qué justifica su palabra. Entre viñetas se formaliza la esencia de la infancia y la adolescencia para construir su personal mundo adulto. Y ahí, su conciencia poética llega a través de la imagen. Fotografía y cine forjan su sentido de síntesis de la realidad, donde la literatura es el centro creador.
Poder evocador de sus imágenes fotográficas (‘Secuencias’) en su camino inicial. El horizonte es el lugar para el interior poético y para desenredar historias que contar. Fotografía y poesía van por el mismo camino y se acompañan en un diálogo abierto y libre.
Cuando se refugia en la realidad para construir una ficción, ahí está también presente su sonrisa y su mirada poética. Novelas para explicar los momentos de su narrativa infantil. Por ejemplo, la portada de ‘El viaje de Edgar’, para la infancia de una aventura soñada. Nuevos caminos para lo trascendente.
En la novela ‘Tiempo de espigas’, escribí en el prólogo: «Imagine la historia de un personaje femenino que se mueve entre contradicciones, en medio de una búsqueda personal, interior, del otro, de la relación dual y el amor, en lo cotidiano y en lo trascendente. Imagine la historia de una búsqueda que se mueve en el pasado…», para justificar el encuentro entre ficción y realidad para desvelar un interior literario. El sentido crítico está muy presente en toda la idealización poética. Del Yo poético al Yo social.
El desencanto que se proyecta en ‘Azul, Tristeza’. La transición y sus dudas con el pasado. El encuentro con la mayoría de edad.
Canto de esperanzan y amor (‘El platillo de Tabernas’). Presencia de Pilar Quirosa-Cheyrouze en todas las circunstancias.
Poética, como el eje central. Fue el primer momento, la observación de las estrellas, sentir el cosmos (‘Orión’). Una imagen ancestral de una tierra abandonada.
Paisaje urbano donde surge la realidad desde la observación interior. Las calles de la ciudad, refugio obrero (‘Avenida Madrid’). Pactos junto a la imagen personal presente en todos sus poemarios, dejando constancia del paso del tiempo. Hasta encontrar la realidad de la cenizas. Y emprender después la búsqueda de nuevos lugares, con el eco de los paraísos perdidos. Crónicas en un diálogo consigo mismo.
Llega un invierno breve. Mundo clásico, lugar de existencias. Hacia el Sur. Paisaje de un valle escondido entre la soledad de los caminos (‘Valle de Lanz’). Cuadros, escenas como viñetas y el río.
Una larga espera…, «negra como la noche a la que regresas y temes» (‘Et signa erunt’).
En Pilar Quirosa-Cheyrouze siempre comparece el cine, con la proyección y el sentimiento hacia ‘Candilejas’ de Chaplin. Literatura aprisionada en la pantalla, sin poder escapar, por el lenguaje cinematográfico de la imagen. Cine dentro del cine. Imaginación. Para cerrar el gran momento: «Nunca me fui» (último verso de ‘Séptima cornisa’).
Hay sitio para una ruptura melancólica. La palabra permanece. Encuentros con la actualidad más reciente hasta alcanzar el ciberespacio en la huida y el silencio. De esta manera, Pilar Quirosa-Cheyrouze deja entrada libre al arte, la literatura, la filosofía, la medicina, refugio de un pesimismo poético desde la melancolía. El Yo poético contempla cada escenario. Homenaje a las Sombras (‘Memorial Shadow’). Como un mal presagio.
Y de aquella entrevista, el recuerdo de sus palabras: «El espíritu universal que tengo del Yo individual al Yo colectivo me ha servido en lo personal y en lo literario… El elemento poético está en todo… Por el afán de saber que tenemos un alma, el aspecto anímico de la naturaleza… Para mí lo más importante en la literatura es la comunicación con los demás». Su confesión desvela su sentimiento más personal: «La poesía siempre es una búsqueda de la voz interior del poeta».
Obsesión por ‘Muerte en Venecia’ en todo el cosmos. La esperanza de Luz está al final («La lluvia empapando las cenizas del tiempo», en ‘Acqua Alta’). El arte de la palabra, también presente en su labor como crítica literaria. El camino continúa. No puede ser de otra manera, con todas las palabras, que no nacieron pero están vivas. «Más allá de la muerte, nuestra única certeza».
La poética de Pilar Quirosa-Cheyrouze, entre sus imágenes a medida que avanza en el camino, por consiguiente, es inmortal. Imaginadla, pues, viva y aquí presente.
(Texto para las XII Indalcon Jornadas del Cómic de Almería, 29 y 30 de noviembre de 2019).
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