¡Ya era hora! Con más de 60 años de retraso, la Comunidad Internacional ha reconocido, con la persistente oposición del Gobierno de Israel (que no de buena parte del pueblo), al Estado Palestino, en una votación que tuvo lugar ayer en la Asamblea General de las Naciones Unidas.
Me alegra que la Institución que ha marcado el camino, con luminosas balizas para el «despegue» de Palestina, haya sido la UNESCO, cuya Conferencia General aprobó hace una año, por gran mayoría, la incorporación a la Organización del Estado Palestino.
En las Naciones Unidas lo hará de momento como «Estado observador o asociado», pero el adjetivo no importa. Lo que importa es que Palestina sea ya reconocida como Estado, lo que facilitará sin duda una nueva era -rápida, concluyente- del proceso de paz.
Recuerdo muy especialmente a Yasser Arafat, que tanto hizo -me reuní con él por primera vez en 1987- para convertir en realidad este sueño, y a Yitzhak Rabin, que con gran visión y coraje estuvo a punto de hacer posible la convivencia pacífica… y quizás por esta razón fue asesinado.
Enhorabuena a las Naciones Unidas por su decisión. Enhorabuena a la UNESCO por haberse anticipado.
Enhorabuena, con gran afecto, a todo el pueblo palestino.
Por fin, ¡Estado Palestino!
También te puede interesar...
- Inhabilitadas por los vetos… - abril, 2022
- ¿Diplomacia con veto? - marzo, 2022
- “Nosotros, los pueblos, compelidos a la rebelión” - noviembre, 2021
