
El entierro de Antonio Machado en Colliure, Francia.
De un tiempo a esta parte me vienen dando igual una cantidad de cosas que hay veces que me asusta. ¿Cómo puede ser que me den tan igual ciertas cosas con lo que esto ha importado siempre a todo español que se precie?
El posible Madrid-Barça de la Final de la Champions, que causará tantos infartos y explosiones de júbilo en este nuestro país (bueno, nuestro… Según la comarca, pues hasta en eso hay debate) es algo que me la trae tan al pairo que a veces creo que es la vela del barco que se deja llevar por el viento (eso es ir al pairo). Que se pite el himno en la Final de Copa por parte de los aficionados del Athletic Club de Bilbao y el Barcelona, que está en todas partes, también es algo que me da un poco lo mismo. ¿No decía yo que hasta en lo de este país «nuestro» había debate? Triste español debo de ser que de hielo he de tener el corazón, pues a eso tampoco le doy importancia alguna. Hablando de corazones de hielo, ya dijo Machado «una de las dos Españas ha de helarte el corazón«, a lo mejor Machado, de nacer en el Siglo XXI, hubiera dicho «una de las tres o cuatro Españas«, dadas las circunstancias. Y precisamente por escribir eso se hubiera tenido que ir a Francia, como el Machado del Siglo XX. La historia es una cosa de lo más cíclica. Una, dos, tres Españas… Seguramente todas engañadas igual y por los mismos, al caso, da igual.
Hasta en lo relativo a la juventud he descubierto que me dan igual muchas cosas. «Tal chica ha salido del armario en la universidad, lo típico, venía del pueblo y lo que se ha venido es arriba» -Pues me parece perfecto. «Manolo se ha unido a la Iglesia maradoniana» -Y hace bien. «¿Vamos a la Alameda o a la Alfalfa?«- En ambos sitios voy a tener el mismo poco dinero porque, en solidaridad con gran parte de los jóvenes, también estoy en paro (Eso es de Juan Carlos Aragón). Incluso con los últimos descubrimientos sobre la muerte de Lorca -y miren que yo pienso que con Lorca hay que morir- he pensado que llegan casi ochenta años tarde, luego me cabreé al ver lo cíclico que tiene la historia, pero eso está en otro artículo.
Escuché cómo era el vestido de tal mujer en la ceremonia de tal cosa donde se entregaba tal premio por tener tal talento durante un determinado tiempo, me entró por un oído y me salió por el otro. El caso es que por lo visto le hacía una figura bonita -exagerados…- y era un diseño de un tipo alemán que tenía nombre de italiano, yo creo que lo del nombre sería por disimular. Jamás ha cruzado nada mi cabeza con tanta velocidad y eso que fui fan de Fernando Alonso, que es otro de los temas que hoy en día me distraen de mis habituales diversiones para adentrarme en un profundo tedio.
Supongo que voy a tener que apagar la televisión, que es el único sitio donde se tratan estos temas. Siempre que salgo a la calle, resulta que hay pobreza, parados, terremotos, muertes… Entonces me entero de que siguen existiendo cosas de las que preocuparse, por mucho que se empeñen en esconderlas por televisión, portal dónde todo se hace visible con la luz apagada.
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