Opinión y Pensamiento

La protesta del Agua

Agua. De Luis nunes alberto - Trabajo propio, CC BY-SA 4.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=37891686
Agua. De Luis nunes alberto - Trabajo propio, CC BY-SA 4.0

La protesta del Agua

Soy agua y me llamo Agua. Mi vida es dramática, me persiguen, me acosan, me violan. Pero soy libre en la Naturaleza y no podrán conmigo, aunque estoy amenazada de muerte. No me queda más remedio que mi rebeldía permanente. Sigo inserta en la Naturaleza, en todos los paisajes y lugares. El espacio libre me acoge. Y sin embargo, sigo perseguida, secuestrada, prisionera de grandes intereses, con una agonía permanente. Mi historia personal es la de todo el planeta y cada vez hay menos garantías de supervivencia. La ignorancia es uno de mis grandes enemigos.

Se dicen barbaridades desde los discursos oficiales. El agua nunca se pierde en el mar. El ciclo del agua en la naturaleza está predeterminado. Los ríos tienen su trayectoria para desembocar en el mar y también son acosados. Los trasvases, cualquier trasvase, son artificiales en principio y no son obligatorios. El agua permanece donde tiene que estar. Bajo el pretexto de la agricultura de regadío y sus intereses, me encarcelan y mi destino es oscuro. El agua subterránea se considera como propiedad privada y es objeto de robo, sin que nadie ponga remedio. Miles y miles de pozos ilegales están construidos por toda España. Y no pasa nada. Incluso hay sentencias que absuelven a responsable de pozos ilegales. Todo este panorama ha puesto en peligro a Doñana, donde continúa la ampliación de las hectáreas de regadío para los cultivos de fresas. Las Tablas de Daimiel están amenazadas. Y el paisaje del entorno de la Manga del Mar Menor se está degradando. 

Durante décadas, los acuíferos del poniente almeriense, por ejemplo, estaban sobreexplotados al amparo de los cultivos bajo plástico, los invernaderos. Se imponía la realidad de que Almería es la gran huerta de Europa, que las exportaciones crean riqueza, aunque sea a costa de mi agonía.

Seducir al agua es un objetivo firme, el agua es violada continuamente, una y otra vez. El río Andarax hace siglos fue navegable y ahora está seco. Las ramblas configuran el paisaje de la aridez, también a la sombra de una irresponsable propiedad que no reconoce el carácter público de estos cauces. A veces, las lluvias vienen en mi auxilio y entonces provoco riadas en legítima defensa.

Las violaciones no cesan pero no me rindo. Uno de mis grandes enemigos está en los discursos oficiales, es los grandes trusts empresariales agrícolas, en los intereses que acumulan para repartirse el agua de cualquier manera.

En la entrega de las banderas de Andalucía a nivel provincial, de este año, en Huércal-Overa, también estuve presente en los discursos. Yo, el Agua, y Almería. Uno de los premiados reivindicó el agua para la provincia, para las necesidades de los cultivos, con una defensa acérrima de los trasvases, hasta decir el disparate de que hay agua que se pierde en el mar. Imagino que Hermelindo Castro Nogueira, otro de los galardonados por su trayectoria científica en defensa del medio ambiente, se le pondría estupor en su rostro al oír esas palabras ignorantes. Los caudales ecológicos son vitales. Pero eso, a quién le importa.

Otro aspecto relevante, está en que han puesto mi presencia, Agua, a la Consejería de Agricultura, Carmen Crespo, también es consejera del Agua. Ya sé que el objetivo oficial es que yo siga siendo rehén del sistema.

Y aquí sigo, con mi identidad firme de Agua, sin dar mi consentimiento y reafirmando mis protestas. Eso sí, afortunadamente cuento con la solidaridad del movimiento ecologista. En este tiempo sobrevivo a la desesperación. No estoy dispuesto a rendirme y defenderé mi libertad hasta el final.

Miguel Ángel Blanco Martín
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