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Soleá Morente: «Si tuviera tiempo me gustaría dedicarme a ser lectora profesional y nada más»

Soleá Morente Foto de Alfredo Arias

Soleá Morente: «Antonio Arias es un manantial de inspiración y aprendizaje«

Soleá Morente Carbonell (Madrid,​1985) es una actriz y cantante de flamenco y pop-rock. No se considera cantaora, pero sí flamenca, combinando su herencia familiar con influencias del pop-rock, incluso el rock alternativo. Soleá nació en Madrid pero se crió en Granada, actualmente reside entre el Albayzín y la capital del reino.

Su carrera musical comenzó tras colaborar con el grupo formado por Los Planetas y Lagartija Nick en homenaje a Enrique Morente. Con Los Evangelistas publicó el EP ‘Encuentro’ (El Volcán Música, 2013). Más tarde llegaría ‘Tendrá que haber un camino’ (Sony, 2015), su primer LP en solitario, ‘Ole Lorelei’ (Sony, 2018) y ‘Lo que te falta’ (Elefant Records, 2020).

Recientemente acaba de publicar su disco ‘Aurora y Enrique’ (Elefant Records, 2021) su disco más personal.

Javier Gilabert: He tenido la suerte de criarme en parte entre el Albayzín y el Sacromonte, pues con 5 años comencé a estudiar en la Casa Madre y allí pasé mi infancia y mi adolescencia, rodeado de artistas -como por ejemplo el bailaor Juan Andrés Maya, con quien compartí pupitre-. Allí también hice las prácticas (recuerdo perfectamente a tu hermana Estrella cantando en los recreos). ¿Siguen siendo cuna del duende? 

Soleá Morente: Yo también estudié en el Ave María Casa Madre, uno de los colegios más bellos del mundo. Estudiar mirando a la Alhambra, en pleno Sacromonte, a buen seguro, influye para bien. Estoy segura de que por allí andarán niños y niñas jugando en el recreo y cantando por tangos. Ojalá.

Fernando Jaén: Eres una artista con una gran capacidad para adaptarse a distintos estilos musicales. En el verano de 2015 tuve la suerte de verte actuar en Salobreña representando la magnífica obra de Jesús Arias, ‘Mater Lux’. Esta obra, subtitulada «Madre creciente y madre menguante», es un homenaje a la maternidad, donde se contraponen la felicidad de una madre al tener un hijo y el dolor de otra al perderlo. Tu voz en aquella noche dialogaba con el coro, surcando la música, en una cantata estremecedora. ¿Qué recuerdas de aquella obra y de su creador, Jesús Arias? ¿Cómo afrontas proyectos tan singulares y arriesgados como este?

Soleá Morente: Trabajar con Jesús ha sido una experiencia maravillosa que la vida me brindó. Era una persona mágica y genial. ‘Mater Lux’ es una obra magna, como todo lo que hacía nuestro queridísimo amigo Jesús. 

Me interesan este tipo de artistas y de proyectos que ahondan en la búsqueda de respuestas interesantes. Cero banales y muy valientes.

Javier Gilabert: Antonio Arias es otro de los nombres que orbita constantemente en torno a tu producción musical.

Soleá Morente: Sí, siempre mi Antonio… Una de las personas que más admiro como persona y artista. Él mismo ya es un manantial de inspiración y aprendizaje. No paramos de aprender de él.

F.J.: En junio de 2018 recibiste por parte de la Fundación Princesa de Girona el Premio Artes y Letras. En palabras de los organizadores, el galardón se te concedió en reconocimiento a tu capacidad de «extraer lo mejor de la tradición flamenca para fusionarla con otros géneros como el pop y el rock. Soleá destaca por su capacidad emprendedora para liderar proyectos musicales en un mundo a menudo difícil para las mujeres». ¿Qué supuso para ti?

Soleá Morente: Me hizo mucha ilusión. Recibir la valoración y el afecto es positivo y constructivo para el espíritu.

J.G.: Cuando pienso en ti como artista me vienen a la mente varios adjetivos: ecléctica, transgresora, inquieta. ¿Cómo te definirías tú, musicalmente hablando?

Soleá Morente: Me definiría como aficionada al arte y a la investigación. 

F.J.: En 2019,  junto a los músicos granadinos Jaime Beltrán, Rocío Morales, José Ubago y Mario Fernández Olmedo, formaste Prado Negro, un proyecto donde música y poesía se volvían a dar la mano en tu carrera. Los poemas de José Ángel Valente, María Zambrano, Josefina de la Torre, José Bergamín o Luis Cernuda, se vestían de una música profunda y de tu hermosa voz. ¿Cómo fue el germen de este proyecto? ¿Cómo se hermanan la música y la poesía, se nutren la una de la otra?

Soleá Morente: ‘Prado Negro’ surge de la idea de poner música a unos cuantos poemas que me han marcado. Me apetecía convertir en canción esos poemas que tanto me han dado a lo largo de mi vida y que aún lo siguen haciendo, y así poder cantárselos a la gente. Para ello conté con mis compañeros: Jose, Jaime, Rocío y Mafo, algunos de ellos componentes de Pájaro Jack y otros de Napoleón Solo, y entre todos construimos ese proyecto.

La música y la poesía son hermanas. No siempre se puede musicar un poema ni se puede poetizar una canción. A veces no te lo permiten y otras veces se dejan unir y es entonces cuando nace la canción. Cuando surge de manera natural es porque una estaba esperando a la otra.

(‘Sé tú mi límite’. Prado Negro)

J.G.: Muchos quizá no sepan que eres filóloga. ¿En qué medida influye tu formación universitaria en tu música? ¿Y la poesía?

Soleá Morente: Influye al cien por cien. Haber estudiado Filología me ha proporcionado el hábito de la lectura. Si tuviera tiempo me gustaría dedicarme a ser lectora profesional y nada más. Leer me ayuda y me aboca a abrir nuevas vías de investigación a través de la música. Leo de todo, no sólo poesía. Un mundo sin poesía y sin buenos y buenas poetas carecería de sensibilidad y de otras muchas cosas importantes y entonces ya no sé adónde iríamos a parar.

J.G.: Vamos con tu nuevo disco. ¿Cuánto de Aurora y Enrique hay en Soleá? ¿Cómo ha influido la obra de tu padre en tu música?

Soleá Morente: Es obvio que me ha influido directamente. No sólo su obra. A nivel musical, a nivel filosófico, humanista y literario. 

El pañuelo de Estrella (‘Aurora y Enrique’)

F.J.: ¿Por qué este homenaje a la historia de amor de tus padres y por qué ahora? 

Soleá Morente: Más que por qué me interesa hablar del para qué. ‘Aurora y Enrique’ nace desde el amor de una hija hacia la relación de sus padres y el amor que me inculcaron desde pequeña. Surgió en el confinamiento, donde todos vivimos un proceso de destilación, por así decirlo. Este trabajo lo hice para cantar al amor saludable y promover el hecho de que cada uno puede estar con quien ame, independientemente de cuál sea su raza o cualquier otro prejuicio limitante, siempre que le haga feliz.

J.G.: Quienes somos de Graná y amamos la música tenemos cierta noción—que no toda— de la verdadera dimensión de Enrique Morente. ¿Qué es, a tu parecer, lo más importante del inmenso legado que nos ha dejado?

Soleá Morente: Aparte de su amplísimo legado musical, su ejemplo de entrega y cómo y para qué ha hecho las cosas. Se fue construyendo como cantaor a base de defender a capa y espada su manera de ver el mundo y de entender la vida y eso ha quedado expresado en forma de cantar y de crear. Sin duda, Enrique Morente es un ejemplo para todo el que quiera realizarse conforme a su propia verdad y no dejarse dominar por miedos y por la imposición de los otros.

J.G.: Sufjan Stevens —qué maravilla de disco ‘Carrie and Lowell’—, una historia de amor mayúscula, la de tus padres, la pandemia… ¿Qué más ingredientes tiene este trabajo?

Soleá Morente: Hay varios referentes que me han influido en este disco. Por supuesto, ‘Carrie and Lowell’. De hecho, la idea de la foto de mis padres en la portada me vino de ahí. También los sonidos de guitarras tan delicados y bellísimos que hace Sufjan me sirvieron e inspiraron para crear el sonido de este disco, producido por el gran Manuel Cabezalí. En él hay otras referencias como The War On Drugs, más duras, sobre todo en la canción ‘Fe ciega’, o Tinariwen en ‘Chinitas’ y por su puesto Beach House.

J.G.: Jonás Trueba, que firma el videoclip de ‘Ayer’, acaba de alzarse con el Goya a la mejor película documental por ‘¿Quién lo impide?’. ¿Cómo llegas a él y qué ha supuesto para ti esta colaboración?

Soleá Morente: Conozco a Jonás desde hace tiempo. Nuestros padres son amigos. Le admiro mucho desde sus comienzos y me siento identificada con él en muchos sentidos. Para la canción ‘Ayer’ no había nadie mejor que Jonás para construir una realidad que trasciende la música.

‘Ayer’ (Aurora y Enrique)

J.G.: Has pasado de cantar canciones de otros a componer tú para ti y para los demás. ¿Cómo ha sido ese proceso, esa transformación?

Soleá Morente: La vida te va pidiendo cosas diferentes. Ahora cada vez siento que tengo más necesidad de ser independiente y contar mis propias historias yo misma, aunque también me interesa ponerle voz y producción si alguien me da una canción que me emocione. ¿Por qué no?

FJ: Me fascina también tu capacidad de abarcar los variados registros que tiene la actuación. A tu forma de estar en el escenario, de cantar, de llevar la poesía a tu voz, se une tu faceta de actriz. Has participado en ‘Yerma’ como protagonista, en ‘Clara Bow’ y en 2016 interpretaste el papel de Ciresias en la obra ‘La guerra de las mujeres’, versión flamenca, que escribió Miguel Narros sobre el clásico griego Lisístrata. Todos papales muy reivindicativos del empoderamiento de la mujer. ¿Cómo te sientes cómo actriz? 

Soleá Morente: Me encanta el arte dramático, es una disciplina sagrada. Admiro mucho a los actores y actrices buenos. Es de lo más difícil. Me parece que tienen un mérito increíble. Me interesa el concepto y el proceso de la mímesis, meterte en el personaje al que tienes que encarnar, hacerlo de verdad y llegar a otras esferas espirituales que hay dentro de uno mismo para poder dar vida a alguien que no existía antes en esta realidad.

F.J.: El mundo musical hoy en día ofrece un complejo panorama para artistas, ¿es este ámbito más difícil aún para la mujer?

Soleá Morente: Sí, es complicado. Es complicado en general para todos los que no formamos directamente parte del entramado que tiene montado el sistema bajo el que vivimos, que sólo favorece a unos pocos, un sistema de poder que únicamente ayuda quien ya tiene poder. Cuanto más difícil lo tengas en lo que a las condiciones económicas respecta, más difícil te lo pone. Si a esto le sumas el hecho de ser mujer la cosa se complica aún más, pero hay que seguir en la lucha.

Javier Gilabert / Fernando Jaén
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