Prensado en frío

Sergio Mayor: «Vivimos en el mejor de los tiempos posibles. O en el único tiempo posible. Todos los demás se acabaron»

Detalle de la portada de 'Ciudad Mori', Sergo Mayor
Detalle de la portada de 'Ciudad Mori', Sergo Mallol

Sergio Mayor: «Vivimos en el mejor de los tiempos posibles. O en el único tiempo posible. Todos los demás se acabaron»

Lo mío con Sergio Mayor es de relato del propio Sergio Mayor. Resulta que nos “reconocimos” en las redes, concretamente en Facebook. Resultó que había sido alumno de mi padre en COU y tenía un gran recuerdo de él. Ese recuerdo nos acercó y me llevó a su muro, donde descubrí una prosa brillante, inteligente, oscura en el buen sentido. Apabullante, quizá, sea la palabra que mejor la defina. Aquello ocurrió en 2018. Desde entonces vengo disfrutando de sus textos que —no lo digo yo, son muchas las personas que lo demuestran ante cada publicación— son de lo mejor que se puede leer en esa red social. Y ahora, según él mismo nos confiesa, gracias al buen hacer de Sara Castelar y de su editorial, Karima, podemos leerle en papel con en su ‘Ciudad Mori’. Paseamos por ella con el propio Sergio a modo de Cicerone… 

Javier Gilabert: ¿Por qué este libro y por qué ahora? 

Sergio Mayor: No sé, Javier, supongo que por lo mismo que todos los libros, los buenos y los malos, el Zohar y Marcial Lafuente Estefanía, por una enfermedad, por una inflamación del lenguaje. ¿Por qué ahora? Hubiera querido escribirlo en el siglo diecisiete, pero por entonces aún era demasiado viejo.  

¿Cómo y cuándo surge la idea del libro? 

Ahí entra Sara Castelar, la magnífica editora, la entusiasta. Uno no es Eliot, pero Sara realiza el trabajo de Pound, Il Miglior Fabro, ya sabes, la poda, el orden, la revisión. El libro se debe a ella, mater y factotum. Miguel Dalmau (gran escritor) ayudó mucho y muy providencialmente. Además de gente generosa y hermosa: Francisco Sotomayor, Álvaro Hernando, José Luis Bretones…  

¿Qué pistas o claves te gustaría dar a l@s posibles lector@s? 

Bueno, no es un thriller, desde luego. No esperen acción, putas, cocaína o escalas en Puerto Vallarta. Se trata de un libro de insistencias: la cronotopía de Granada,  bellísima y malsana, el misterio del tiempo, el mito de Beatrice, una exaltación de bares y conventos. No es un libro al uso. Quizás no sea un libro de uso, de ninguno, un libro completamente inútil.   

¿Qué efecto esperas que tenga el libro en ell@s? 

No puedo saberlo. Una sola palabra, a decir de la Cábala, posee seiscientos mil  rostros o significados. Wallace Stevens escribe: “Veinte hombres que cruzan un puente y entran a un pueblo son veinte hombres que cruzan veinte puentes y entran a veinte pueblos”. Alguien me lee y dice que soy un genio. Otro me lee y dice que soy un idiota. Los dos están en lo cierto y los dos están equivocados.   

Aunque ‘Ciudad mori’ es tu ópera prima, los que te seguimos hemos leído mucho tuyo y muy bueno en redes. ¿En qué medida veremos en él —o no— al Sergio Mayor de tus anteriores textos? 

No diría mi ópera prima…. En cualquier caso, escribo siempre el mismo texto, un texto que  me parece infinito e inagotable, un texto que nunca me cansaré de escribir, un poco a la manera de ese poeta uruguayo que repite setecientas veces el nombre de Ester en un poema de doscientos versos, un ejercicio de letanía a la vez que elipsis y que me parece  admirable.       

Tal y como está el patio… ¿Es un buen momento para traer a una criatura –literaria, entiéndaseme- al mundo? 

Se me ocurre una paráfrasis de Leibnitz: vivimos en el mejor de los tiempos posibles. O en el único tiempo posible. Todos los demás se acabaron.    

Te pongo en un aprieto: si tuvieras que quedarte solo con tres fragmentos de ‘Ciudad mori’, ¿cuáles serían? 

Habrá fragmentos mejores y peores, pero no sabría hacerte un The Best of Ciudad Mori, la verdad. Digamos que a la gente le gusta ‘Padre’; yo, quizás, elegiría ‘Crazy Jane’ o ‘El Lugar’, pero todos pertenecen al mismo ritmo, el mismo campo morfogénico. Digo, con modestia, que mi estilo se parece a la pintura de Rothko: todos los cuadros se parecen, todos son distintos y todos tratan de ser una forma de oración.      

Por último, como lector, ¿a quién te gustaría que invitásemos a pasar por ‘la Prensa’? 

¿Te refieres a Granada? ¿Poetas? Tendrás donde elegir. La ciudad es una gran obra de arte que da de sí artistas y místicos por razones naturales. Antonio Cruz, de Almería, me parece un poeta grande. Olgoso es un relatista grande. Villena es enorme. Arnas Coronado. ¡Antonio Enrique! Músicos, libreros, pintores…  

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Javier Gilabert
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