Horacio Rébora: «La Otra Sentimentalidad nació en La Tertulia»:
Horaco Rébora es director de los Festivales Internacionales de Tango de Granada y de otras ciudades y de las Cumbres Mundiales del Tango. En el año 2017 se cumplieron 100 festivales que ha dirigido y producido. Programador y coordinador de tres bienales de Flamenco en Buenos Aires. Autor del libro ‘Las palabras del siglo XX’, junto a Miguel Mateos. Creador del Encuentro de Cultura Latina.
Premiado con la medalla de la cultura por el Ayuntamiento y la Diputación de Granada por su contribución a la actividad cultural de la ciudad. Es académico honoris causa de la Academia del Tango de Argentina. Fue declarado personalidad destacada de la cultura por la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires. Conferenciante en cursos de verano de la Complutense. Creador y editor de numerosos libros colectivos como ‘La Tertulia memoria coral’, ‘Festival de Granada 25 años’, ‘Granada Tango’, ‘Latinos’, etc. Creador de La Tertulia de Granada con actividades culturales casi diarias desde hace 39 años.
Javier Gilabert: ¿Quién, con cierta inquietud cultural, que haya visitado Granada, no conoce La Tertulia? Durante sus cuatro décadas de existencia, las mesas de este mítico local han presenciado conversaciones que, haciendo honor a su nombre, han mantenido algunos de los intelectuales más relevantes del panorama nacional -y a veces, incluso, internacional-, desde la Transición hasta nuestros días. Fernando y yo hemos tenido el gran placer de charlar con Horacio ‘Tato’ Rébora, su propietario, que es al mismo tiempo fundador y Director del Festival Internacional de Tango de Granada.
Fernando Jaén: Llegaste a Granada desde tu Argentina natal cuando los militares dieron el golpe de estado de 1976. ¿Cómo recuerdas tu llegada a esta ciudad? ¿Por qué montar un bar-librería?
Horacio Rébora: Desde Argentina volé en primer lugar a Madrid, donde pasé ocho meses y luego viví en Suecia durante algo más de dos años. Allí pude ahorrar dinero junto a Cele, mi pareja toledana, la que luego sería la madre de mis hijas. Con esos ahorros montamos La Tertulia. Granada fue la ciudad elegida. Aquella fue una elección libre, ya que no estaba inducida por otra causa que no fuera la propia belleza y el magnetismo de la ciudad. Fue una decisión romántica…
Pensé que podía ser útil y apasionante crear en alguna ciudad española un espacio que reaglutinara, desde la cultura, a aquellos grupos que lucharon contra el franquismo y que se estaban disgregando en los inicios de la transición democrática. Esa necesidad la percibí en los meses que viví en Madrid. Fue sin duda una intuición acertada, ya que en muy poco tiempo La Tertulia convocó a los escritores, intelectuales, músicos, pintores, periodistas, teníamos la sensación de que todos pasaban por la Tertulia y casi todo pasaba en ella.
F.J.: Por la Tertulia han pasado escritores ilustres de la talla de Rafael Alberti, Jaime Gil de Biedma, Ángel González, Juan Agustín Goytisolo, Juan Gelman, Mario Benedetti, Caballero Bonald, José Saramago, Vargas Llosa… ¿Cómo los recibes cuando llegan a esta casa tuya? ¿Recuerdas a alguno en especial?
Horacio Rébora: Conocer a Rafael Alberti fue para mí fue como tocar la historia con las manos. En esa época yo estaba relativamente recién llegado de una ciudad como Córdoba de Argentina, donde la historia la sentía siempre lejana. Cuando llevé a Rafael Alberti en coche al hotel, sentí por momentos que había valido la pena soportar el dolor del exilio. Algunas experiencias que vivimos con Rafael fueron muy singulares pero es mejor contarlas con una copa y con la gracia de la oralidad. Con Mario Benedetti podría decir que terminamos siendo amigos. Él se sorprendió de ser tan conocido y reconocido en Granada. Estuvo también impartiendo una conferencia en la universidad y al pagársele la misma él quedo sorprendido y nos invitó a comer por la necesidad de compartir, en alguna medida, sus honorarios. Ángel González ha sido para mí, como quizás para todos los que lo conocieron, una persona especialmente entrañable. Una noche estuvimos, a «Tertulia cerrada», con él, Paco Ibáñez, Enrique Morente, Luis Garcia Montero y yo, y nos dieron las tantas de la madrugada entre whisky grapa y algún intercambio de canciones. Fue una noche memorable…
Algunos de los escritores que nombras aparecieron en La Tertulia por sorpresa como un regalo no esperado. Yo me apresuraba a buscarles una mesa y siempre se producía una confianza con especial rapidez, quizás por la existencia de amigos comunes o bien por algún tipo de afinidad difícil de precisar.
F.J.: ¿En qué medida influyó tu persona en el libro de Javier Egea ‘Argentina 78’? Probablemente fuiste uno de los que mejor lo conocieron. ¿Cuáles son tus recuerdos de Javier como persona? ¿Y como poeta?
Horacio Rébora: Sin duda mi relación con Javier influyó en la creación del libro ‘Argentina 78’. Quisquete fue desde el principio un asiduo de La Tertulia, llegando incluso a trabajar en ella. Yo viví unos meses en su casa. Desarrollamos varios proyectos culturales juntos, tuvimos conversaciones interminables de todo tipo. Era un gran divulgador de la poesía, nos ayudó a conocer, de la mejor manera, el Siglo de Oro, pasando por las generaciones del 27 y del 50 hasta llegar a su propia poesía. Su memoria le permitía ilustrar con un poema las diversas situaciones de la noche, siempre estimulada con copas y seducciones. Yo aprendí y conocí mucho sobre poesía junto a él. Era muy generoso al compartir sus conocimientos. Disfrutaba cuando sabía que alguien lo escuchaba con admiración y respeto. Era implacable en sus convicciones. Su muerte fue una tragedia para todos nosotros. Me da mucha pena que no haya vivido y disfrutado los justos reconocimientos que se fueron y se van produciendo después de su muerte.
J.G.: ¿Podría afirmarse que La Otra Sentimentalidad se forjó en La Tertulia? ¿Qué puedes contarnos de aquellos tiempos, de esas personas?
Horacio Rébora: Sin duda La Otra Sentimentalidad nació en La Tertulia. El encuentro casi cotidiano de Juan Carlos Rodríguez con los poetas Javier Egea, Álvaro Salvador, Antonio Jiménez Millán y el jovencísimo Luis García Montero en mi local fueron conformando el sustrato de esa importante corriente literaria, importante no solo para Granada, sino también para España. No quiero olvidar que poco tiempo después se incorporaron a este grupo informal Ángeles Mora y Teresa Gómez, que actuaron como un claro exponente de una nueva época en la que la mujer iría teniendo un creciente protagonismo en la cultura y en otros ámbitos de la vida social.
J.G.: Tras 40 años al frente de La Tertulia, ¿cuál es el balance de esta andadura? ¿Qué ha sido lo mejor y lo peor de estas cuatro décadas?
Horacio Rébora: ¡Qué largos me parece que fueron los 40 años de la dictadura franquista y que cortos me resultan los 40 años de La Tertulia! Parecieran medidos con dos unidades de tiempo distintas…
Para mí, quizá lo mejor de los cuarenta años de La Tertulia fue aquella primera época en que interactuaban los distintos ámbitos de la cultura, con influencias y aprendizajes mutuos, donde estaba presente el pensamiento, la poesía, el teatro, la política, la pintura, la música, las preguntas lúcidas de Enrique Morente, las afirmaciones implacables de Juan Cruz, la ideas sugerentes y lúcidas de Juan Carlos Rodríguez… El libro ‘Granada Tango’, por ejemplo, fue un producto de ese fecundo ambiente. Eso fue lo mejor y lo peor fue, justamente, la disgregación de ese colectivo abierto que fue transformándose poco a poco en una suerte de guetos culturales donde los vasos comunicantes de los distintos ámbitos de la creación y del saber se fueron extinguiendo. Esto que es válido para La Tertulia, lo fue y es también, en gran medida, para el conjunto de la vida cultural de Granada. Cuando observo acciones culturales que rompen con los círculos más o menos cerrados no dudo en alegrarme y apoyarlos. Intento desde La Tertulia y desde el Festival de Tango incidir, modestamente, en estimular la confluencia de las diversas manifestaciones culturales.
En realidad lo peor de estos 40 años no es lo que acabo de enunciar sino lo realmente lamentable y trágico han sido, para mí, los fallecimientos de amigos que se implicaron con La Tertulia desde un primer momento, como Javier Egea, Enrique Morente, Juan Carlos Rodríguez, Juan Cruz, Juan de Loxa, Juan Luis Castellanos, Miguel Mateos, María José Mantas, Esteba Valdivieso, Domingo Toledo, José Carlos Morales (Joe), todos ellos fueron dejando un vacío solamente mitigado cuando recordamos su presencia inolvidable en tantas noches de tertulia y copas….
F.J.: En 2003 actué en tu escenario con mi amigo A.L. Guillén, mostrando más ruido que música o poesía, y al terminar, en lugar de echarnos a gorrazos, nos abrazaste con tu característica amabilidad y sonrisa, y nos regalaste un ejemplar del libro ‘Latinos’, que tu editaste, que recoge las conferencias del encuentro celebrado en Granada en 1995 sobre a cultura latina, con textos de Francisco Ayala, Luis García Montero o Fernando Fernán Gómez. ¿Qué recuerdas de aquellas jornadas? ¿Qué significa para ti ser latino en este nuevo siglo?
Horacio Rébora: Tengo un buen recuerdo de vuestra actuación en La Tertulia por tanto esta sería nuestra primera y única discrepancia, hasta el momento….
El encuentro de Cultura Latina fue, a mi juicio, un proyecto necesario. No se había producido hasta ese momento una iniciativa cultural que vinculara el sur de Europa con el sur de América. Muchas veces cuando se habla de latino se piensa en la cultura caribeña o centro americana y se olvida que la base fundacional de esa cultura reside en la Europa latina. Quizás la mirada de EE UU sobre lo latino se impuso en todo el mundo. Ese encuentro intentaba, entre otras cosas, corregir esa distorsión. En estos momentos estamos intentando abordar un segundo encuentro de cultura latina que pienso que podría ser nuevamente posible y necesario.
J.G.: La Tertulia puede presumir de mantener una de las programaciones culturales estables más atrayentes de este país. A buen seguro, para su cuarenta aniversario estará preparando «la traca final». ¿Qué puedes adelantarnos sobre ella?
Horacio Rébora: Realizaremos un atractivo programa de actividades conmemorativas de los 40 años y en breve estaremos en condiciones de hacer un avance concreto. Te puedo adelantar que estarán presentes la poesía, el flamenco, el Tango, el Jazz, la música alternativa, la canción de autor, el pensamiento, el teatro, el periodismo, etc. En el mes de febrero hay dos actividades especiales ya conmemorativas de los 40 años: un homenaje a Javier Egea y una actuación especial de Fran Fernández que tendrá como invitado a Javier Moreno.
J.G.: Y ahora, ¿qué va a pasar con La Tertulia? ¿Y con Horacio Rébora? Conociéndole, a buen seguro que hay varios proyectos bullendo ya en su mente.
Horacio Rébora: ¡A finales del pasado año brindamos por La Tertulia 50 años! Esta prolongación de otros nuevos diez años va a ser posible gracias a la incorporación de un socio y excelente amigo, generoso y entusiasta, con el cual daremos un renovado impulso al local. Por otro lado tengo entre manos otros proyectos como la recuperación del encuentro de Latinos, que entiendo que puede ser un buen aporte complementario a la cultura de Granada.
F.J.: Tus frases, llenas de ingenio, se pueden leer en las paredes de los baños de La Tertulia. ¿Te has animado alguna vez a plasmar en un libro tus propios textos?
Horacio Rébora: Alguna vez pensé en recopilar esas frases en un librito ya que tengo del orden de 60 frases cortas, aunque sin duda están siendo más leídas y comentadas en el baño de La Tertulia. Me gusta mucho propiciar libros colectivos, como el ‘Granada Tango’, ‘La Tertulia, memoria coral’, ‘El Festival de Tango memoria coral’ y junto a nuestro querido y desaparecido Miguel Mateos escribí ‘Las palabras de siglo XX’.
F.J.: Te emocionas cuando hablas del Tango, un canto propio de emigrantes que es patrimonio inmaterial de la humanidad. «En el tango tienen el mismo protagonismo la forma musical, la forma poética cantada, y la danza», has dicho en alguna ocasión. ¿Cómo ha evolucionado el Tango con el paso de los años? ¿De qué hablan los tangos de hoy? ¿Cuál es tu favorito?
Horacio Rebora: El tango es sin duda una manifestación cultural urbana que reúne la poesía y sus canciones, la música, la danza e incluso las artes plásticas, el cine, etc. El tango a través de esas manifestaciones ha sido también una crónica de las transformaciones de la ciudad a lo largo del siglo XX. Desde la guardia vieja, Carlos Gardel, la época de oro con sus grandes orquestas, la aportación de Astor Piazzolla y hoy los jóvenes artistas de tango en todas sus manifestaciones intentan sintonizar con sus creaciones la vida en las ciudades de hoy con su transformación compleja vertiginosa.
Mi tango preferido sigue siendo ‘Cafetín de Buenos Aires’, que no deja de ser un homenaje involuntario a nuestra querida Tertulia: «Sobre tus mesas que nunca preguntan / lloré una tarde el primer desengaño…».
J.G.: Hablemos del Festival Internacional de Tango de Granada. ¿Cómo surge esa idea que cumple este año su trigésimo segunda edición? ¿Qué tendrá de especial la de este año? ¿Qué futuro le auguras al festival?
Horacio Rebora: El tango aparece en La Tertulia a partir de la observación de que muchos de los poemas de los jóvenes poetas granadinos de entonces, tenían un rasgo existencial y urbano que es, justamente, como podríamos definir una letra de tango. Convocamos un concurso de letras, cuyas bases redactó Mariano Maresca, que fue dando origen a un libro que incluyó un excelente ensayo de Juan Carlos Rodríguez y tangos de Javier Egea, Luis García Montero, Alvaro Salvador, Antonio Jiménez Millán, Juan de Loxa y Claudio Sánchez Muros. También contamos con colaboraciones nada menos que de Julio Cortázar, Mario Benedetti y Daniel Moyano. Ese libro, editado en 1983, podría considerarse la piedra fundacional de los Festivales de Tango de Granada, cuya primera edición la haríamos en el año 1989 y que sin saberlo estábamos siendo pioneros en la realización de Festivales de tango a nivel mundial.
La próxima edición, la número 32, estará dedicada a Julio Cortázar y tiene por lema una cita suya: «No hay arte sin sueños”.
Si el tango nace de la mezcla de culturas producto del proceso de inmigración que se produce en el Río de la Plata a finales del siglo XIX y principios del XX, el Festival nunca pretendió la búsqueda de una pureza «tanguera», sino que, consecuente con sus orígenes, hemos estimulado que dialogue con otros géneros. Así como en Festivales anteriores participaron artistas de la talla de Enrique y Estrella Morente, Teté Montoliu y Arturo Cid, Julio Bocca, Javier Ruibal, entre muchos otros, en esta trigésimo segunda edición participarán el gran tenor italiano Fabio Armiliato, el compositor y pianista, también italiano, Fabrizio Mocata, el músico de Jazz, flautista y saxofonista Jorge Pardo, el guitarrista flamenco Paco Soto y el actor Ernesto Alterio en el marco de una programación más o menos previsible y excelente de artistas de tango.
El tango como género goza en la actualidad de buena salud, hay excelentes creadores e intérpretes en la música, en la canción y en la danza; en este sentido, si el tango tiene futuro el Festival deberá tenerlo.
J.G.: Ha llegado el momento «Carta blanca». Cierre, por favor, esta entrevista como le apetezca.
Horacio Rébora: Algunos dirán que he omitido muchas cosas que podrían completar las respuestas a las preguntas formuladas; es cierto, tengo la misma sensación. De todos modos podemos continuar con tertulias en La Tertulia que animen a estimular la memoria colectiva de todos, que tanto ayuda a que nosotros seamos más nosotros.
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