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Carmencita Calavera: «La gente está perdiendo esa costumbre tan sana de reírse de uno mismo»

Carmencita Calavera. Foto de J.M. Grimaldi
Carmencita Calavera. Foto de J.M. Grimaldi

Carmencita Calavera: «La gente está perdiendo esa costumbre tan sana de reírse de uno mismo»

Carmencita Calavera surge en la escena musical granadina en 2014. Apostando fuerte desde el principio, la formación de la banda se alimenta de músicos de larga trayectoria y gran experiencia en el panorama musical local que hacen que el conjunto de los temas sea de calidad. El primer EP de Carmencita Calavera fue grabado en la sede de Plutón Studios, de la mano de Carlos Dingo, con gran aceptación, ya que desarrolla un directo muy interesante tanto para crítica como para público, cierra su formación y se hace un hueco en la apretada agenda granadina. En marzo de 2017 la banda se reúne para publicar su primer LP con Wild Punk Records. El disco, con título homónimo, supone la consolidación de un grupo que marca carácter y actitud y se abre paso en la escena nacional mirando hacia horizontes más amplios, con doce temas de corte ecléctico, que van desde el rock fronterizo hasta la copla, pasando por el surf, sin dejar nunca de lado una marcada tendencia punk rock que empasta con las armonías más cálidas de la voz de Carmen, versátil y completa frontwoman que dirige a los suyos en torno a sus composiciones.

La solista, acompañada de Jacobo García a la batería (Los Portazos), Luigi Ramos a la guitarra e Ignacio García al bajo (miembros en el pasado junto con Carmen de La Barca de Sua), se ve reforzada en este primer disco de presentación con la coproducción de David Sutil.

En la actualidad, y tras su paso este verano por el mítico Zaidín Rock, entre otros muchos conciertos, se encuentran en pleno proceso de grabación de un EP que verá la luz en la próxima primavera. En ese impás nos hacen un hueco en su agenda para contestar a las preguntas de nuestra entre2vista.

Javier Gilabert: La R.A.E. otorga muchos y variados significados a la palabra “Calavera”: conjunto de los huesos de la cabeza mientras permanecen unidos, pero despojados de la carne y de la piel; mariposa de la familia de los esfíngidos, de cuerpo grueso y peludo, con un dibujo en el tórax que recuerda a una calavera; enchufe eléctrico cuadrado que tiene varias conexiones (El Salvador); cada una de las dos luces de la parte trasera de un vehículo (México) y, cómo no, persona disipada, juerguista e irresponsable. ¿Cuántas de estas ideas pasaron por vuestras cabezas a la hora de elegir el nombre del grupo?

Carmencita Calavera: Lo que te podemos decir con seguridad es que no miramos el diccionario para poner nombre al proyecto (risas). El concepto, más allá de cada una de sus acepciones, creo que queda claro con la calavera: es una estética, que nos lleva al mundo del rock de forma directa, al espacio de los piratas… pero también una propuesta más profunda, digamos ética, una mirada a la muerte, pero de una forma desenfadada y divertida, tal y como intentamos plasmar en el logo que nos hizo Miriam Carroza para nuestro primer disco. No obstante, nos apuntamos el resto de acepciones de la RAE por lo que puedan tener de inspiradoras.

Fernando Jaén: ¿Quién es Carmencita Calavera? ¿Cómo se gestó el proyecto actual? ¿Adónde os gustaría llegar?

Carmencita Calavera: Carmencita Calavera es el nombre que recibe el proyecto cuando aún estaba en ciernes. Carmen graba cuatro temas para una maqueta y a partir de ahí, se forma el grupo en torno a sus composiciones. Evidentemente, viene de su nombre, pero ahora Carmencita Calavera es la banda que defiende este proyecto. La idea es, a corto plazo, intentar mover nuestra propuesta más allá de Granada, que es en lo que estamos. Aunque hemos tocado fuera de nuestra ciudad, ahora estamos concentrados en llevar más lejos el proyecto. Este último trabajo, que es un EP de cinco canciones, esperamos poder completarlo con otro del mismo tipo antes de que acabe el año. Ya iremos viendo qué objetivos nos podemos marcar a largo plazo, porque vamos lentos, pero seguros, que es como se hacen los buenos pucheros.

J.G.: ¿Cómo funciona el proceso de la composición de vuestras canciones? ¿Cuáles son vuestras principales influencias?

Carmencita Calavera: Hasta ahora hemos seguido siempre el mismo esquema: Carmen trae una idea, con música y letra, y el resto de la banda va dándole forma hasta que todos quedamos más o menos convencidos. Algunas salen solas, otras hay que darles bastantes vueltas hasta que todo cuadra. Con la grabación del siguiente disco nos hemos permitido incluso dejar una canción sin arreglar y la hemos ido terminando a lo largo de la grabación. Ha sido muy divertido dejar fluir ese tema e ir probando diferentes arreglos con cada uno de los instrumentos. Ya veremos a ver si el resultado final convence o no.

F.J.: Tu profesión es la de costurera y patronista. ¿Ha sido esta una influencia determinante para el vestuario que luces en tus actuaciones y en la imagen del grupo?

Carmencita Calavera: Pues supongo que no mucho, porque empecé a utilizar este vestuario antes incluso de formarme como patronista. La imagen del grupo no es ninguna en concreto, yo tengo mi propia forma de vestir igual que el resto tiene el suyo. Lo único que hacemos de vez en cuando es consensuar la estética a llevar en el escenario, pero ni me hacen caso siempre ni siempre lo determinamos (risas). Definitivamente, lo que más ha influenciado en mi vestuario son la rebajas del Zara, cuando sacan los vestidos de lentejuelas de Nochevieja o Halloween a mitad de precio. ¡¡¡Me vuelvo loca!!! En alguna ocasión especial me gustaría hacerme yo mi propio vestuario, pero lleva tiempo y dedicación que ahora mismo doy a los pedidos de mis clientes.

“El humor tanto en la música como en la vida en general es síntoma de inteligencia”

J.G.: La ironía que impregna vuestras letras ha propiciado que os cuelguen la etiqueta de “grupo bizarro”. ¿Por ahí van vuestros tiros? ¿Qué papel creéis que debe desempeñar el humor en la música? ¿Y en la vida?

Carmencita Calavera: Bueno, bizarro quiere decir dos cosas: en principio quiere decir valiente en español. En francés e inglés tiene el sentido de raro, extraño, poco usual. Ambas acepciones nos gustan. Queremos pensar que somos valientes en nuestra propuesta, que no se queda en un estilo concreto y vamos tomando de aquí y de allá. Suponemos que la etiqueta pueda venir de esa ironía, de esa forma de ver la realidad y mostrarla en las canciones. El papel del humor tanto en la música como en la vida en general es síntoma de inteligencia, es la capacidad de reírse de uno mismo, de ver más allá de lo evidente. No todas nuestras canciones van por ahí, pero sin duda es una de las formas que tenemos de relacionarnos con el mundo. Por ejemplo, a partir de una broma en las redes durante el pasado día 28 de diciembre, Día de los Inocentes, perdimos bastantes seguidores en Instagram. Suponemos que es una red social en la que no se suelen leer los pies de foto o que no se entendió la broma, pero sobre todo pensamos que es porque no tienen ni idea de qué palo vamos. Me niego a pensar que la gente que nos sigue no tiene sentido del humor. Por otro lado esta anécdota nos hizo reflexionar. Últimamente la gente está perdiendo esa costumbre tan sana de reírse de uno mismo. Las hordas de “ofendiditos” (antiguamente conocidos como “los que se la cogen con papel de fumar”) cada vez son más grandes y eso solo creo que procede de la falta de leer que hay y el exceso de televisión y redes sociales o su uso mal gestionado.

F.J.: En vuestro disco, habéis contado con la inestimable ayuda de músicos reconocidos de la escena granadina y nacional como Antonio Arias o Juan Codorniú. ¿Cómo ha sido trabajar con ellos? ¿Qué han aportado al disco?

Carmencita Calavera: Ha sido un placer contar con ellos. Son historia viva de la música de esta ciudad y a partir de la participación en el disco nos encanta poder hablar de ellos como amigos. Cada vez que abren la boca deberíamos tener una grabadora para dejar constancia de sus palabras. Además, tenemos guardado en la retina más de un momento durante aquella grabación que para nosotros se queda, como Antonio peleándose con la letra y la velocidad de Mari Lin o con Juan dejándose media guitarra de Luigi contra un pie de micro para sacarle todo tipo de sonidos bárbaros. Compartir escenario con ellos es un placer mayor si cabe: son personas que llevan toda la vida haciendo lo mismo, música, y vaya cómo se nota esto cuando están sobre las tablas. Pero qué os vamos a contar que no sepáis al ver un concierto de Lagartija Nick…

F.J.: En este trabajo no hay dos canciones iguales, es un crisol de estilos y formas, como si cada tema tuviera su propio y único patrón. ¿Existe algún parecido entre hacer un patrón para un vestido y para una canción?

Carmencita Calavera: La verdad es que no tiene nada que ver hacer un patrón y hacer una canción. Me explico. Los dos son procesos artesanales, en los que hay cuidar mucho los detalles. Los arreglos para que queden tal y como los tienes en la cabeza, pero para hacer un patrón sigues unas pautas concretas, con unas medidas concretas y todo tiene que estar medido al milímetro. Para hacer una canción la creatividad tiene que estar a tope, puedes hacer lo que quieras, puedes volverte loco, decir lo que te dé la gana, dejar que la imaginación fluya, todo lo contrario al proceso anterior.

“Los discos grabados te permiten desarrollar las ideas de la banda hasta el final, pero nos quedamos con la potencia, la conexión, la fuerza del directo”

J.G.: ¿En directo o enlatado? ¿Qué supuso para vosotros formar parte del cartel de la última edición del prestigioso Zaidín Rock?

Carmencita Calavera: En directo, ¡siempre! Los discos grabados te permiten desarrollar las ideas de la banda hasta el final, pero nos quedamos con la potencia, la conexión, la fuerza del directo: el punch, el crash y toda esa mandanga. Suele ocurrir así con casi todas las bandas que conocemos. Si una banda funciona mejor en la grabación que en el directo, da que pensar…

Participar en el Zaidín Rock para nosotros ha tenido una implicación emocional bastante grande. Pensad que tres de los cuatro componentes de la banda vivimos en el barrio, todos nos hemos criado yendo a los conciertos del Zaidín desde nuestra juventud, forman parte de la esencia rockera de esta ciudad e incluso hemos participado en el pasado con otros proyectos anteriores a Carmencita Calavera. Estar en ese escenario, delante de tu gente y con ese público no puede ser más que un subidón de adrenalina que intentamos exprimir desde el primer al último momento. Es de coña el encontrarte con gente que no conocías y que te diga: “¡Eh, yo os vi en el Zaidín, estuvo genial!”

F.J.: Habéis tocado también en espacios pequeños, como en el Bar Soria, donde la cercanía con el público es inevitable. ¿Os gustan estas distancias cortas para tocar vuestra música? ¿Qué significa para ti el mítico Bar Soria?

Carmencita Calavera: Nos gustan tanto los grandes escenarios como los acústicos en distancias cortas, donde la música se saborea de otra manera. Nos gusta como músicos y como público. Son sensaciones muy diferentes, pero complementarias al fin y al cabo, cada una con sus ventajas y sus inconvenientes. El Soria, teniendo en cuenta que mis padres van allí desde que yo era una niña, o mis abuelos incluso cuando estaba el padre de Fran Soria en la barra, pues qué te voy a contar… A Fran lo conozco desde siempre y el bar se ha convertido en un referente también de la escena musical granadina por distintos motivos. Es un lugar en el que he pasado muchas horas, tanto a un lado como al otro de la barra. Tocar allí era una cuenta pendiente que tenía y fue un gustazo, aunque lo hicimos en un formato mínimo. Para el próximo disco tenemos algún que otro detalle relacionado con el mítico Soria…

J.G.: ¿Es Granada un buen lugar para un grupo como el vuestro? ¿Y para la música en general?

Carmencita Calavera: Por un lado es un buen lugar y por otro no lo es. Me explico: no nos ha ido nada mal desde que comenzamos nuestra andadura, creo que nos hemos hecho un huequecito y que se reconoce nuestra propuesta; pero por otro lado, en esta ciudad, al ser algo así como el “Disneylandia de los grupos” hay un alto nivel de actividades y conciertos, a veces inabarcable para poder apoyar todas las iniciativas que surgen. Como en todos los ámbitos, se termina apoyando más unos proyectos que otros y al final, la lechuga que más crece es la que más se riega. Actualmente, sí es cierto que en Granada destaca más lo relacionado al indie y al pop, frente a otros estilos que se lo tienen que currar un poco más para sacar la cabeza, pero si rascas un poco se ve que hay un inframundo de estilos musicales muy diversos que merecen estar en la cresta y ser reconocidos como los que más.

“Históricamente el rock ha sido de lo más machista”

J.G.: Sabemos que estáis inmersos en la grabación de vuestro próximo trabajo. ¿Qué nos vamos encontrar en él? ¿Hay ya fecha de lanzamiento?

Carmencita Calavera: Esperamos que esté disponible para el próximo mes de abril. Es un EP de cinco temas (como comentábamos) que aún no tiene ni nombre. Los temas son bastante dispares, en cuanto al estilo y al contenido, pero tal vez tienen en común que son algo más oscuros que en el pasado. ¡Lo mismo nos estamos volviendo gente seria y todo! (Risas). No, en realidad no tienen ni eso en común, hay un poco de todo. Son algún tema que nos faltaba por montar y grabar de la época anterior y otros temas completamente nuevos. Suponemos que tienen un sonido que empieza a ser marca de la casa, pero están más acabados a nivel de arreglos. Al estar autoproducido y no tener sello que nos diga por dónde tirar estilísticamente (al final vamos a ser más “indis” que los ”indis”), hacemos lo que el cuerpo nos pide en cada tema, investigando con aparaticos e instrumentos nuevos e idas de olla varias, pero como suele decirse, “es nuestro disco más maduro y meditado”, (muchas risas). Para este proyecto, hemos querido contar con Jaime Beltrán, que ha hecho de coproductor en su estudio “La Resinera” y hemos tirado menos de colaboraciones, ya que queríamos ver hasta dónde podemos llegar sin “tirar de contactos”, aunque no hemos podido evitar permitirnos el lujazo de pedir algún que otro favorcillo que esperamos os deje con el culo torcido. Lo que es seguro es que en el mes de mayo a más tardar estaremos presentando todos esos temas en casa, aunque algún adelanto habrá antes.

J.G.: Esta, para Carmen: ¿es, aún hoy en día, difícil para una mujer despuntar en el mundo de la música? ¿Se repiten en el R’N’R los patrones de la sociedad del patriarcado?

Carmencita Calavera: La pregunta sería si hay algún ámbito en el que esto no suceda. Nada más el hecho de que se esté produciendo esta pregunta deja claro que los patrones se siguen manifestando, no por la pregunta, claro está, pero se sigue destacando que una mujer esté al frente de un grupo de rock. Esto pasa en cualquier aspecto de nuestra cultura y de nuestra sociedad en general. La música y el rock no van a ser menos. ¡De hecho históricamente el rock ha sido de lo más machista! Hoy día no hay más que ver los carteles de los grandes (y no tan grandes) festivales y habría que preguntarse por las cuestiones profundas por las que no hay más presencia femenina. Lo bueno es que cada vez vemos más bandas en las que las mujeres empiezan a tomar un papel más activo, más protagonista, menos encajonado a los roles que tradicionalmente han tenido en la música. A pesar de ello, sin duda hay mucho que avanzar aún. Aparte de esto, en mi caso yo me siento arropada por la gente que me rodea, por mis compañeros de banda y por las personas con las que trabajamos, mayoritariamente hombres en el mundo del rock en particular y de la música en general, aunque no dejas de encontrarte comentarios y actitudes que hacen echarte las manos a la cabeza o morderte la lengua.

J.G.: Momento “Carta Blanca”. Finalizad esta entre2vista como os mole más.

Carmencita Calavera: Tres posibilidades:

De verdad, ¿¡Cómo ha podido haber gente que se ha creído que íbamos a hacer el himno de VOX!? Es que es flipante…

¿En qué momento se me ocurrió pensar que Granada podía ser una ciudad para surfear? ¡Si hace un frío del carajo!

Estamos desolados con la desaparición de las Bodegas Espadafor. Aún no nos explicamos cómo en otras ciudades se mira por mantener sus pequeños elementos que las hacen diferentes a otras ciudades y aquí todo lo contrario: sus edificios, negocios o pequeños tesoros se venden al mejor postor para que haga otro mamotreto moderno estándar, igual al que hay en nosedónde que pertenece a la misma cadena. Granada, ciudad de cartón piedra.

Y si no… ¡Chin Pum!

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Javier Gilabert / Fernando Jaén
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