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Sevillano

benito moreno sevillano

Sevillano

Hace un mes que nos dejó Benito Moreno, un sevillano atípico y representativo de la calle Feria, bético, agnóstico y hermano del Silencio, artista polifacético; poeta, músico, pintor impresionista y figurativo, actor, fotógrafo… Hijo de pintor y modista, hermano de artistas; Meli, Josele fue el cantante de Los Payos y Máximo fotógrafo y pintor, histórico portadista de Triana, Alameda, Smash o Lole y Manuel.

Estudiante de Arte Dramático, aprendió a tocar la guitarra flamenca con Manolo Brenes, un flamenco asiduo del Guajiro de Sevilla. Se autoexilió en Francia en 1962 tras acabarse Los Títeres de la Cachiporra, el grupo de teatro que inició junto a Agustín García Calvo quien pocos meses después «renunciaría» a su cátedra de filosofía de la Universidad de Sevilla. Gracias a él, conoció la musica de George Brassens, uno de sus referentes.

Primero fue a París, donde conoció a Christian Decallet, una francesa nacida en Argelia, profesora de español y pied noir, con la que marchó a Bretaña, se casó y tuvo dos hijos; Guillermo y Beatriz. Allí estudió Bellas Artes.

Fue uno de los primeros cantautores en la búsqueda de una nueva canción andaluza; popular y crítica, que juntase música y poesía frente a un mercado abarrotado de sevillanas, salves rocieras y flamenco para señoritos. De la misma manera que en el flamenco abrieron camino Manuel Gerena, Jose Menese o Enrique Morente, en la canción popular, junto a Benito Moreno, se encontraban nombres como Triana, Gualberto, Antonio Mata o Carlos Cano, por entonces en el Manifiesto Canción del Sur.

Conoció a Gonzalo García Pelayo, en GONG, que le facilitó grabar sus primeros discos, en 1975 presentó su primer trabajo, Romance al Lute y otras historias, un elepé que sufrió la censura franquista, ofendida por un par de canciones dedicadas al merchero que robó dos gallinas para comer; Romance de la huida del Lute y Romance de la cogida del Lute. Lo grabó con los músicos de Triana (arreglos de Jesús de la Rosa) y cuatro años antes de que Bonny M publicara el exitoso single Gotta go home / El Lute. En el interior del disco aparecen varias fotos de su hermano Máximo, de una de ellas sacaría la mítica portada de El Patio de Triana.

Tengo a Sevilla por dentro,
llevo a Sevilla a mi lado,
quiero a Sevilla en silencio,
igual que Antonio Machado

Ay con el Ay…

Entre los temas de ese elepé se encuentran España huele a pueblo, que subiría el nivel del repertorio de Manolo Escobar, y Sevillano, una canción genial, inspirada en un verso de Antonio Machado, el décimo de su cancionero apócrifo; (…) Sevilla y su verde orilla, sin toreros ni gitanos, Sevilla sin sevillanos, ¡oh maravilla!

Lo presentó en directo el 20 de diciembre de ese mismo año, en un concierto reivindicativo (Libertad, Amnistía y Estatuto de Autonomía) organizado por La Voz del Guadalquivir en el Teatro Lope de Vega de Sevilla, junto a Carlos Cano. Gracias a Benito Moreno se conserva la grabación que tenía Luis Baquero de la primera vez que el granadino cantó La verdiblanca, meses antes de grabar A duras penas.

«Me encuentro con Carlos Cano que llega de Granada, también con un montón de canciones entre pecho y espalda. Luis Baquero, inquieto creador en “La Voz del Guadalquivir” de la radio musical en la aletargada ciudad del Betis tiene el agrado y la paciencia de escucharnos. Le gusta. Comprende que aquello es nuevo, una canción andaluza sin Carmen ni señorito, sin castañuelas, una persona sola con una guitarra, una silla y una voz. Luis prepara el concierto. La sala del Lope de Vega se llenó de sindicalistas esperanzados, de políticos en la sombra, de periodistas experimentados en el aguante. Baquero grabó todo el recital para seguir poniéndolo en la radio. Los estruendosos aplausos apenas si nos dejaban terminar las canciones. Salimos por la puerta grande.»

En su segundo disco Ellos y ellos y ellos y … ella, (1976) se encuentran canciones como Esos señores (Esos señores tan serios de bigotito afilado esos qeu tienen los medios y el machismo incorporado, esos tan dueños de sí y que tienen tanta tierra que no perdonan en ti el no haber hecho la guerra merecen una canción, un respeto y una cosa, y un sitio en la colección de insectos y mariposas) o Ra, ra, ra, su tema más conocido, un alegato antifútbol que ironías de la vida, fue sintonía del programa deportivo de radio más exitoso de los 90. Benito la compuso muchos años antes, indignado con el dineral que pagó el Barça por Johann Cruyff. En 1978 publicó otra maravilla Mis sombras completas un relato del Viernes Santo sevillano y un año después se atrevió a ponerle música, a ritmo de sevillanas, a varias rimas de Becquér.

Volvió definitivamente a Sevilla en 1983, salvo un recopilatorio no publicó más discos y siguió pintando, dando clases y escribiendo poesía. Falleció a los 78 años por un cáncer de pulmón, el día anterior lo habían trasladado desde el hospital a la Casa de los Artistas, un residencia de San Juan de la Palma.

En el tanatorio su amigo Gualberto se quitó los zapatos y de cuclillas sobre una alfombra le homenajeó tocando su sitar frente al paisaje y el autorretrato que sus hijos colgaron tras desacralizar el espacio.

Gualberto comparaba su voz y forma de cantar con la de Leonard Cohen, no andaba muy desencaminado.

Tono Cano
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