Opinión y Pensamiento

Serenidad y disciplina

Serenidad y disciplina

Los medios de comunicación que a más gente llegan hoy en día retuercen tanto la realidad que muchos de sus lectores y espectadores ni siquiera son conscientes de nuestro pasado o de lo que ocurre en la calle.

Me gusta esta portada aquí adjunta, tan real, tan viva, que cumple tan bien el objetivo de servir a los intereses de sus lectores, en lugar de engañarlos y atacarlos constantemente, como ocurre tan a menudo en los medios de las corporaciones.

Serenidad y disciplina es una expresión para llevarla como lema de vida. Recordar que aquí también sufrimos a manos de imperialistas y enemigos del pueblo, junto a una represión genocida de campos de concentración y esclavitud; tanto en el conflicto bélico como en los años posteriores. Aquí también ocurrió y sucede cada día en otros muchos lugares del mundo.

Todo siempre con el fin de beneficiar los intereses de los que más capital patrimonio acumulan, de aplastar la lucha por el reparto de la riqueza y la defensa de los derechos humanos, civiles y laborales. No sólo es que te pueda ocurrir a ti, es que ya te está ocurriendo.

Hace mucho tiempo que comprendieron que las guerras contra los pueblos no sólo se pueden realizar en formas militares, que también ocurren para enriquecer a los industriales armamentísticos y, circunstancialmente desde que cambiaran en la Reserva Federal el patrón oro por la fluctuación del petro-dólar (1971), también a los de las industrias petrolíferas y financieras, y últimamente a un nuevo agente, los contratistas militares, los ejércitos privados. Guerras organizadas para favorecer los intereses geopolíticos de los tiranos del capital, en las que en las últimas seis décadas hemos visto cómo se desestabilizan regiones globales como Oriente Próximo, Latinoamérica, el Sudeste asiático o los pueblos eslavos.

Ni podemos, ni debemos olvidar tampoco la gran guerra permanente que sufrimos cada día. Desde aquellos tiempos de aquella década de los 1960’s en la que aprendieron que cuando se llega a un punto de destrucción total mutua, con cohetes nucleares apuntándose mutuamente, las guerras se pueden realizar y ganar en formas económicas, y por eso hace tiempo que la muerte, el desencanto y la concentración del capital en pocas manos rigen nuestros destinos, avanzando sin que practicamente nada los detenga hacia nuestra miseria, empobrecimiento, esclavitud, subdesarrollo y lento exterminio.

Contra esto sólo nos queda organizarnos para que el reparto de la riqueza cambie en la dirección opuesta. La democracia significa que sólo seremos libres cuando el poder lo tenga el pueblo, y sin poder económico ampliamente distribuido, no hay democracia. La democracia significa la distribución de la riqueza para todos y todas, los derechos humanos, civiles y laborales. Sin exclusiones de ningún tipo. Sin estos, la libertad individual sólo será disfrutada por una minoría cada vez más pequeña, cada día más tirana. Verdad y honestidad en el quehacer. Serenidad y disciplina en la forma de organizarnos.

[nota final]

Recuerden cual es la realidad del capital-patrimonio en esta Europa excluyente, tanto hacia dentro como hacia afuera, que son sólo varios países del llamado ‘primer mundo’. El gráfico es de hace tres años, la desigualdad crece de forma acelerada. La imagen adjunta es el segundo gráfico del enlace adjunto, un artículo literalmente necesario de Luis Molina Temboury.

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