Líder de lo que no importa demasiado
De un tiempo a esta parte el liderazgo se ha convertido en la obsesión a adquirir de los jóvenes. Líderes del futuro. Líderes políticos. Líderes en las empresas. No obstante, líderes en la sociedad, alguien que lejos de querer liderar a su país para hacerse rico lo haga para hacer un mundo mejor, eso no se escucha demasiado. Será que no interesa.
Con tanto líder por todas partes, tanta gente a la que seguir, al final, le da a uno la impresión de que o lideras algo o no eres nadie en esta nueva sociedad que se constituye. Es por ello que están surgiendo líderes de cosas que no le importan a nadie. Se apostillan a liderazgos irrelevantes, se creen armados con una multitud que les acompaña, sufren una carencia de humildad que sólo es comparable a su superávit de autoridad y su exceso de soberbia.
Y la dura realidad es que no es así: No hay varitas de brujos, ni calderos con pociones. No hay una fuente inagotable de carisma de la cual se pueda beber, ni frases mágicas. Por eso no se puede hacer una campaña con la frase «yo estoy aquí para defender Andalucía» y esperar mejorar el peor resultado de la historia.
Hoy es el debate de investidura de Susana Díaz, tras una campaña vacía de sustancia, parecía esperar que el Parlamento Andaluz la apoyara sin duda ni petición, porque ella está ahí «para defender a Andalucía«.
Me pregunto de qué color será el puente levadizo que separe Andalucía de Castilla y de qué forma lo usarán unos y otros para perjudicarse entre ellos. Creo que el símil más exacto consiste en decir que el puente sirve para que pasen camiones llenos de bienestar, pero ambos gobernantes nos van a decir que traen veneno y es mejor tirarlo Despeñaperros abajo.
Líderes de lo que no importa demasiado, con sus frases MacGyver, esas que lo arreglan todo. Ese «estamos saliendo de la crisis» cuando nunca habíamos visto tanta miseria en democracia. Ese «defender Andalucía» consistente en que el lobo se hará la manicura para que no piquen tanto sus arañazos y se lavará los dientes para que sus mordiscos sean más higiénicos.
Me gusta, para el caso, una frase de Café Quijano, «¿Quién os va a apoyar siendo marionetas de tan poca tela? ¿Quién se va a fiar?«. En Andalucía nos esperan otros cuatro años de defensa de Andalucía, lo que pasa es que Susana Díaz sale con la defensa del Betis, que no es precisamente buena. En España, a Rajoy en su castillo, le han dicho que los abucheos son la nueva forma de decir «I love you», «es una tendencia que viene de Alemania, como nuestra política económica», le susurra De Guindos…
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