Músico de guardia
A Carlos Chaouen
Bajo tierra, todos los principios huelen a finales y cada final se confunde con el mañana. Los días son una noria de ilusión y desencanto. Temprano, tú caminas mi alfombra de acordes como una empleada de la rutina. Yo me saco espinas de necedades cuando tu mirada resbala al pozo de mi ambición.
Hay veces que simulo vivir una vida ordenada y vago en el vagón con tal de acompañarte. Le canto al arte y al amor en todas sus formas. Deformo versos que robo al gentío. La vida me sopla que no existe el último tren y mi esperanza vuelve como un monstruo sediento de eternidades.
Da igual que los cachorros de la injusticia se empeñen en secuestrarlo todo. Da igual los golpes con los que abollan su moral, que se coman a dentelladas el futuro, que me insulten, que me pidan que le explique lo inexplicable, que me abran las puertas del infierno, que me encierren una noche más donde el alma busca los motivos de su abandono, da igual, supero el miedo con tus dedos y con tu boca, con tus labios, con tu inaudita presencia.
La música no entiende de paredes ni el músico de subsuelos.
‘La Guasa de la Memoria‘ son una serie de relatos publicados en secretOlivo.com inspirados en las grandes figuras de la cultura andaluza.
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