Un concierto de Sr Chinarro para abrir una etapa nueva
Veinte años ha tardado Sr Chinarro en actuar en Almería en versión grupo (el verano pasado, ya vino Antonio Luque solo, en acústico, en el mismo escenario: el Madchester Club), pero la larga espera queda compensada porque esta formación es, muy probablemente, la mejor de la banda sevillana en su trayectoria y por el setlist (aunque con matices) elegido para la ocasión.
Antonio Luque, voz y guitarra y alma mater de Sr Chinarro, acompañado por Pablo Cabra a la batería, Javier Vega al bajo y un impagable Jordi Gil a las guitarras, comenzaron sin tregua con Ni lo sé ni lo quiero pensar, Dos besugos, Ángela, Del montón y Los amores reñidos y desde los primeros acordes los asistentes entraron en la propuesta. Pop-rock indie de nivel, interpretación a la altura, la banda compenetrada y un repaso de buena parte de los éxitos (dentro de los límites del indie) del grupo en su etapa post-Acuarela.
¿Qué faltó? Posiblemente, para quienes aun no hubiesen tenido la oportunidad de disfrutar de un concierto de Sr Chinarro, algún guiño a aquella primera etapa. Un Quiromántico, un Cero en gimnasia o un Merche* habrían redondeado la noche. Aunque es posible que para los seguidores recientes las ausencias más notables fuesen de sus últimos dos discos, que no aparecieron; y, también, que los veteranos ya hayan visto al grupo en directo en alguna ocasión fuera de Almería.
Así, el concierto se limitó a canciones de sus primeros cuatro discos fuera de Acuarela: los mismos que grabó con su actual banda más El fuego amigo. Tiene sentido, pensando en que es el repertorio que dominan los cuatro. De El mundo según, uno de los tres mejores discos del grupo, tocaron hasta siete temas; de Ronroneando y Presidente, cinco de cada; y de El fuego amigo, tres, incluido el cierre con El rayo verde. 20 canciones para 20 años, que bien podían haber sido otras 20 pero que resumen a la perfección el camino por el que ahora transita el grupo.
Contando con que este concierto forma parte de una pequeña gira para ir recuperando sensaciones (tras dos discos grabados con diferentes músicos) de cara a la inminente grabación de su primer álbum autoeditado, queda como un buen cierre de etapa y comienzo de una nueva que, así de primeras, pinta bastante bien.
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