
Foto de Tono Cano
Parece que no estás y te recabo,
te encuentro en un racimo de nubes negras
y tienes la piel como un banco de uvas blancas.No sé traducir al idioma de los monstruos mi naufragio,
el verso final y claudicante:
Nunca se deja de estar contigo.Mientras cambiabas el color de las muertes de Madrid
Cuando la música fue
un crujido hambriento en Viena,
cuando pajaritas de papel explotaban
en la sombra de tus medias.Incluso cuando la basura fue el tesoro
de los países ricos;
siempre estuve contigo,
tampoco yo sé cómo.
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