El decapitado Juan de Lanuza (una historia pasada)
Sucedió un 28 de julio de 1579. Antonio Pérez, secretario de Felipe II es apresado por orden del rey. Se le acusa de estar implicado en el asesinato de Escobedo, secretario de don Juan de Austria. La razón del arresto es una mera excusa para ocultar y desviar la atención sobre la implicación del propio rey en el suceso. Antonio Pérez consigue escapar de la prisión de Madrid y se refugia en Aragón. Allí pidió la protección de los fueros aragoneses. Existía en este reino una expresión muy popular: en Aragón antes fueros leyes que reyes.
Esta proclama identificó durante mucho tiempo los límites que los fueros ponían al poder del monarca (a los abusos del poder real). Dos derechos se protegían en estos fueros: el derecho de firma (se protegía a los acusados de un delito de un castigo arbitrario o de tratos vejatorios) y el derecho de manifestación (presunción de inocencia de un acusado que le garantizaba un trato justo hasta que fuese juzgado). Felipe II sortea estos fueros forzando la intervención del Tribunal de la Inquisición. Este tribunal acusa a Antonio Pérez de herejía y apoyo a los herejes. El acusado vuelve a ser apresado e ingresa en la cárcel inquisitorial situada en el palacio de la Aljafería zaragozana (actual sede de las Cortes de Aragón).
En mayo de 1591 se sucedieron una serie de altercados en Aragón, fundamentalmente en Zaragoza. La sede inquisitorial es asaltada por la población y Antonio Pérez es liberado. Felipe II envía tropas desde Castilla y el levantamiento es sofocado. El ensañamiento del rey contra el levantamiento fue brutal. Las crónicas dicen que el denominado por la historia como rey prudente, sembró con sal las tierras y campos de la ciudades rebeldes.
La rebelión tuvo un protagonista: el Justicia de Aragón. Una institución convertida en la democracia española en antecedente cierto de los defensores del pueblo. Juan de Lanuza era el Justicia de Aragón. Se enfrentó (ejerciendo su función y competencias) al abuso de poder del monarca. Lo denunció. Encabezó la revuelta a favor de los derechos consagrados en los fueros. Fue ajusticiado por orden del rey el 20 de diciembre de 1591. El mismo rey ordenó que su cabeza estuviese expuesta al público en la plaza del mercado. Así estuvo durante dos años. El Justicia de Aragón recibió el apoyo de las poblaciones de Zaragoza, Jaca, Daroca y Caspe. La mayoría de las ciudades se mantuvieron al margen. Es decir a la espera de acontecimientos.
Juan de Lanuza fue decapitado. La segunda acepción de la palabra decapitar, en el diccionario, es la de dejar una institución sin su principal dirigente. El primer significado está meridianamente claro: cortar la cabeza.
Este suceso ocurrió en 1591. Por suerte el comportamiento del poder y de los que no se definen en espera de los acontecimientos, forma parte del pasado. ¿O no?
También te puede interesar...
- Shibboleth - abril, 2021
- Sorprenderse es síntoma de estar atento - enero, 2019
- El vértigo que produce el matiz - noviembre, 2018
