Kiko Veneno
Como a mucha gente, me ha brincado el corazón de alegría y de esperanza ante las movilizaciones del último año en Europa. Los puntos positivos, creo, son ampliamente compartidos: un movimiento inesperado y, por tanto, muy espontáneo y democrático, dirigido por la gente joven, los más ninguneados y sin futuro; un movimiento muy respetuoso, que ha sido capaz de ilusionar a gente de todos los sectores y edades; un despertar de la conciencia cívica y de las nuevas formas de participación. No insisto más, creo que estaremos todos de acuerdo. Vayamos a los problemas, que son los que tenemos que resolver.
Se vio en las últimas elecciones que el movimiento 15-M tuvo poca influencia en los resultados. Como movimiento político que somos, tenemos que aclarar y profundizar algunos conceptos y consignas. Cuando nos manifestamos, coreamos consignas que nos suenan bien, más o menos simpáticas; es hora de ir desentrañando y profundizando en algunas de ellas.
LO LLAMAN DEMOCRACIA PERO NO LO ES. No sé si habéis notado la carga de resentimiento y autoconvencimiento que tiene esta consigna. Nuestro sistema político no es una democracia directa, sino representativa: elegimos a los políticos para que defiendan nuestros intereses. La cruda realidad es que los políticos dan la espalda a los ciudadanos, que obedecen las consignas de los poderes económicos, y que la población los vota masivamente.
DEMOCRACIA REAL YA. Esta consigna tiene los mismos defectos que la anterior, a los que hay que sumar el infantilismo, el niño enrabietado que quiere las cosas ya. Millones de personas perdieron la vida y la dignidad en las guerras del siglo XX y las siguen perdiendo en lo que llevamos del XXI. El camino de la política es arduo y trabajoso, hay que recorrerlo con las lecciones bien aprendidas, sin pausa pero sin prisa, con mucha conciencia, tesón, inteligencia.
QUE CADA CUAL VOTE SEGÚN SU CONCIENCIA. No me convence esa consecuencia política del movimiento. Primero está por ver que haya que votar; igual es más productiva e inteligente una campaña a favor del voto nulo para que los políticos vean que vamos en serio, y para que nuevas formaciones políticas tengan tiempo de crearse y asentarse. Igual, pero no quiero insistir en ello. Sí quiero insistir en que tenemos que participar en política, votando o no votando. Y que debemos señalar al menos en cada circunscripción los candidatos y partidos que creemos que pueden defender nuestro proyecto.
LOS MERCADOS NOS GOBIERNAN. Esto no es una consigna, pero sí es un estado mental que se ha apoderado de nosotros. Pero no es la verdad, es una simulación engañosa que nos puede paralizar y hacer mucho daño. La realidad es que NOS GOBIERNAN LOS POLÍTICOS QUE VOTAMOS, que, convenientemente engrasados, defienden sus propios intereses, que son los del sistema económico-financiero. La realidad es que necesitamos unos políticos nuevos, que pongan freno a la barbarie especulativa, a la deshumanización de la vida en favor de unos derechos económicos y de mercado que nos están haciendo polvo, acabando con la cultura, deformando la comunicación. La realidad es que tenemos por delante mucho trabajo si queremos conseguir algo. Pero no nos engañemos nosotros mismos, para eso ya están los engañadores profesionales. En vez de pedir a los bancos que dejen de ganar dinero, lo que va contra su naturaleza, elijamos a políticos honrados que les pongan coto. Los desmanes de las cajas de ahorros se han hecho con los partidos y sindicatos corruptos participando en sus consejos. Nos vemos en las plazas, el 15 de octubre.
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